El ejemplo de Jonatán nos ayudará a ser leales a Dios en cuatro situaciones difíciles.
“Resulte Jehová mismo estar entre yo y tú y entre [mi descendencia y tu descendencia] hasta tiempo indefinido” (1 SAM. 20:42).
CANCIONES 125 Y 62
¿QUÉ RESPONDERÍA?
· ¿Cómo demostró Jonatán que era leal a Jehová?
· ¿Cómo podemos ser leales a Dios cuando nos parece que alguien con autoridad no merece nuestro respeto?
· ¿Cómo podemos ser leales a Jehová cuando un hermano con autoridad nos trata de manera injusta?
1, 2. ¿Por qué es muy interesante que Jonatán se hiciera tan buen amigo de David y fuera leal a él?
RESPUESTA: Porque Jonatán era el hijo del rey Saúl. Así que se suponía que Jonatán sería el siguiente rey. Pero Jehová había decidido que el siguiente rey no sería Jonatán, sino David. Aun así, Jonatán fue leal a David. Le dijo: “No tengas miedo; porque no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú mismo serás rey sobre Israel, y yo mismo llegaré a ser segundo” (1 Samuel 23:16, 17).
JONATÁN estaba muy impresionado. Frente a su padre, el rey Saúl, estaba un valiente joven que acababa de matar al gigante Goliat. Su nombre era David y tenía “la cabeza del filisteo en la mano” (1 Sam. 17:57). A Jonatán no le cabía duda de que Jehová estaba con David, y de allí en adelante fueron grandes amigos. Tanto es así que “procedieron a celebrar un pacto”: prometieron que serían leales el uno al otro (1 Sam. 18:1-3). Jonatán cumplió su promesa y fue leal a David el resto de su vida.
2 Es muy interesante que Jonatán se hiciera tan buen amigo de David. ¿Por qué? Porque no fue elegido por Jehová para ser rey de Israel después de su padre, sino David. Aun así, el cariño que sentía por su amigo nunca disminuyó. Por ejemplo, se preocupó mucho cuando Saúl trató de matar a David. Fue a Hores, en el desierto de Judá, a ver a David para fortalecerlo y animarlo a confiar en Jehová. Luego le dijo: “No tengas miedo; [...] tú mismo serás rey sobre Israel, y yo mismo llegaré a ser segundo a ti” (1 Sam. 23:16, 17).
LENGUAJE SENCILLO: DE SEGURO, Jonatán estaba impresionado con David. Aquel joven valiente acababa de matar al gigante Goliat y le había llevado su cabeza a Saúl, que era el rey de Israel y el padre de Jonatán (1 Samuel 17:57). Jonatán estaba convencido de que Dios apoyaba a David. A partir de entonces, Jonatán y David se hicieron muy buenos amigos. Prometieron que siempre serían leales el uno al otro (1 Samuel 18:1-3). Y así fue.
2 Es muy interesante que Jonatán se hiciera tan buen amigo de David y fuera leal a él. ¿Por qué? Porque Jonatán era el hijo del rey Saúl. Así que se suponía que Jonatán sería el siguiente rey. Pero Jehová había decidido que el siguiente rey no sería Jonatán, sino David. Aun así, Jonatán fue leal a David. Cuando Saúl estaba buscando a David para matarlo, Jonatán estaba muy preocupado por su amigo. Como sabía que David estaba en el desierto de Hores, Jonatán fue allá y lo animó a seguir confiando en Jehová. Le dijo: “No tengas miedo; porque no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú mismo serás rey sobre Israel, y yo mismo llegaré a ser segundo” (1 Samuel 23:16, 17).
(1 Samuel 17:57) 57 Por consiguiente, luego que David volvió de derribar al filisteo, Abner procedió a tomarlo y a traerlo delante de Saúl, con la cabeza del filisteo en la mano.
(1 Samuel 18:1-3) 18 Y aconteció que, tan pronto como él hubo acabado de hablar a Saúl, la misma alma de Jonatán se ligó con el alma de David, y Jonatán empezó a amarlo como a su propia alma. 2 Entonces Saúl lo tomó en aquel día, y no le permitió volver a la casa de su padre. 3 Y Jonatán y David procedieron a celebrar un pacto, porque él lo amaba como a su propia alma.
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(1 Samuel 23:16-17) 16 Jonatán hijo de Saúl ahora se levantó y fue a David, a Hores, para fortalecerle la mano respecto a Dios. 17 Y pasó a decirle: “No tengas miedo; porque no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú mismo serás rey sobre Israel, y yo mismo llegaré a ser segundo a ti; y Saúl mi padre también tiene conocimiento de que así es en efecto”.
3. a) Para Jonatán, ¿qué era más importante que ser leal a David? b) ¿Por qué sabemos que lo más importante para Jonatán era ser leal a Dios? (Vea la ilustración del principio).
RESPUESTA a): Lo más importante para él era ser leal a Dios.
RESPUESTA b): Por eso fue leal a David y no tuvo envidia de él. Jonatán incluso lo ayudó a confiar en Jehová. Los dos fueron leales el uno al otro y también a Jehová. Cumplieron la promesa que se habían hecho: “Resulte Jehová mismo estar entre yo y tú y entre [mi descendencia y tu descendencia] hasta tiempo indefinido” (1 Samuel 20:42).
3 Las personas leales como Jonatán son dignas de admiración. Pero si admiramos a este hombre solo porque fue leal a David perderíamos de vista un punto clave: para él la lealtad a Jehová era lo más importante, incluso más importante que llegar a ser rey. Por eso veía a David como un amigo, no como un rival. Recuerde que fue a animarlo a seguir confiando en Jehová. Estos dos amigos cumplieron el juramento que hicieron al decir: “Resulte Jehová mismo estar entre yo y tú y entre [mi descendencia y tu descendencia] hasta tiempo indefinido” (1 Sam. 20:42).
LENGUAJE SENCILLO: 3 Por lo general, a todos nos gustan las personas que son leales. Pero ¿nos gusta el ejemplo de Jonatán solo porque él era leal a David? No. Nos gusta porque lo más importante para él era ser leal a Dios. Por eso fue leal a David y no tuvo envidia de él. Jonatán incluso lo ayudó a confiar en Jehová. Los dos fueron leales el uno al otro y también a Jehová. Cumplieron la promesa que se habían hecho: “Resulte Jehová mismo estar entre yo y tú y entre [mi descendencia y tu descendencia] hasta tiempo indefinido” (1 Samuel 20:42).
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(1 Samuel 20:42) 42 Y Jonatán pasó a decir a David: “Vete en paz, ya que hemos jurado, los dos, en el nombre de Jehová, diciendo: ‘Resulte Jehová mismo estar entre yo y tú y entre mi prole y tu prole hasta tiempo indefinido’”. Por consiguiente, David se levantó y se puso en marcha, y Jonatán mismo entró en la ciudad.
4. a) ¿Qué nos hace felices? b) ¿Qué veremos en este artículo?
RESPUESTA a): Ser leales a Dios nos hace felices y le da sentido a nuestra vida.
RESPUESTA b): En este artículo veremos cómo nos ayuda el ejemplo de Jonatán a ser leales a Dios en cuatro situaciones. Primero, cuando nos parece que alguien con autoridad no merece nuestro respeto. Segundo, cuando tenemos que elegir a quién seremos leales. Tercero, cuando un hermano con autoridad nos trata de manera injusta. Y cuarto, cuando nos cuesta cumplir una promesa.
4 El cristiano no solo admira la lealtad en los demás; él mismo es leal: a su familia, a sus amigos, a los hermanos de la congregación (1 Tes. 2:10, 11). Ahora bien, ¿a quién debemos ser leales por encima de todo? A Jehová. Al fin y al cabo él nos dio la vida (Rev. 4:11). Esa lealtad nos hace felices de verdad. Pero debemos recordar que tenemos que ser leales a Dios hasta en los momentos difíciles. En este artículo veremos cómo puede ayudarnos el ejemplo de Jonatán a ser leales: 1) cuando tenemos que respetar a alguien con autoridad aunque creamos que no lo merece; 2) cuando tenemos que escoger a quién vamos a ser leales; 3) cuando somos víctimas de un malentendido o nos tratan injustamente, y 4) cuando es muy difícil cumplir una promesa.
LENGUAJE SENCILLO: 4 Nosotros también debemos ser leales a nuestros parientes, a nuestros amigos y a los hermanos de la congregación (1 Tesalonicenses 2:10, 11). Pero sobre todo debemos ser leales a Jehová, porque él nos ha creado (Revelación 4:11). Ser leales a Dios nos hace felices y le da sentido a nuestra vida. Pero sabemos que debemos ser leales a Jehová siempre, incluso en las situaciones difíciles. En este artículo veremos cómo nos ayuda el ejemplo de Jonatán a ser leales a Dios en cuatro situaciones. Primero, cuando nos parece que alguien con autoridad no merece nuestro respeto. Segundo, cuando tenemos que elegir a quién seremos leales. Tercero, cuando un hermano con autoridad nos trata de manera injusta. Y cuarto, cuando nos cuesta cumplir una promesa.
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(1 Tesalonicenses 2:10-11) 10 Ustedes son testigos, Dios también lo es, de cuán leales y justos e inculpables demostramos ser para con ustedes los creyentes. 11 En armonía con eso, bien saben que, como un padre hace con sus hijos, nosotros seguimos exhortando a cada uno de ustedes, y confortándolos y dándoles testimonio,
(Revelación 4:11) 11 “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”.
CUANDO HAY QUE RESPETAR A ALGUIEN CON AUTORIDAD AUNQUE CREAMOS QUE NO LO MERECE
5. ¿Por qué a los israelitas les costaba ser leales a Jehová mientras Saúl era rey?
RESPUESTA: Como Saúl estaba sentado “en el trono de Jehová” y estaba haciendo cosas muy malas, a los israelitas les costaba ser leales a Jehová (1 Crónicas 29:23).
5 Aunque Jehová había escogido a Saúl, el padre de Jonatán, para ser rey, Saúl se volvió desobediente y fue rechazado (1 Sam. 15:17-23). A pesar de todo, Jehová permitió que siguiera siendo rey, y eso fue una prueba para todos. No era fácil ser leal a Dios cuando Saúl, que ocupaba “el trono de Jehová”, estaba haciendo las cosas mal (1 Crón. 29:23).
LENGUAJE SENCILLO: 5 Jonatán y los demás israelitas estaban en una situación difícil. El padre de Jonatán se había vuelto desobediente, así que Jehová dijo que dejaría de ser rey de Israel (1 Samuel 15:17-23). Pero Jehová permitió que Saúl siguiera gobernando por años. Como Saúl estaba sentado “en el trono de Jehová” y estaba haciendo cosas muy malas, a los israelitas les costaba ser leales a Jehová (1 Crónicas 29:23).
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(1 Samuel 15:17-23) 17 Y Samuel pasó a decir: “¿No fue cuando eras pequeño a tus propios ojos cuando fuiste cabeza de las tribus de Israel, y Jehová procedió a ungirte por rey sobre Israel? 18 Más tarde Jehová te envió en una misión y dijo: ‘Ve, y tienes que dar por entero a la destrucción a los pecadores, los amalequitas, y tienes que pelear contra ellos hasta que los hayas exterminado’. 19 ¿A qué se debe, pues, que no obedeciste la voz de Jehová, sino que fuiste lanzándote vorazmente al despojo y haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová?”. 20 Sin embargo, Saúl dijo a Samuel: “Pero he obedecido la voz de Jehová, por cuanto fui a la misión a que me había enviado Jehová y traje a Agag el rey de Amaleq, pero a Amaleq lo he dado por entero a la destrucción. 21 Y el pueblo se puso a tomar del despojo ovejas y ganado vacuno, lo más selecto de ellos como algo dado por entero a la destrucción, para sacrificarlo a Jehová tu Dios en Guilgal”. 22 A su vez Samuel dijo: “¿Se deleita tanto Jehová en ofrendas quemadas y sacrificios como en que se obedezca la voz de Jehová? ¡Mira! El obedecer es mejor que un sacrificio, el prestar atención que la grasa de carneros; 23 porque la rebeldía es lo mismo que el pecado de adivinación, y el adelantarse presuntuosamente lo mismo que [usar] poder mágico y terafim. Puesto que tú has rechazado la palabra de Jehová, él, en conformidad con ello, te rechaza de ser rey”.
(1 Crónicas 29:23) 23 Y Salomón empezó a sentarse sobre el trono de Jehová como rey en lugar de David su padre, y a hacerlo con éxito, y todos los israelitas le fueron obedientes.
6. ¿Por qué sabemos que Jonatán se mantuvo leal a Jehová?
RESPUESTA: Por lo que hizo poco después de que Saúl empezara a desobedecer a Dios (1 Samuel 13:13, 14). En ese tiempo, un gran ejército enemigo que tenía 30.000 carros de guerra iba a atacar Israel. El ejército israelita solo tenía 600 soldados. Y solo el rey Saúl y Jonatán estaban armados. Pero Jonatán no tenía miedo. Recordaba que el profeta Samuel había dicho: “Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre” (1 Samuel 12:22). Así que Jonatán le dijo a un soldado: “Para Jehová no hay estorbo en salvar por muchos o por pocos”. Y entre los dos fueron y mataron a unos 20 soldados enemigos. Está claro que Jonatán tenía fe en Jehová. Y Dios lo bendijo por ello. Él hizo que hubiera un terremoto, y los enemigos se asustaron tanto que empezaron a matarse entre ellos. Así los israelitas ganaron la batalla (1 Samuel 13:5, 15, 22; 14:1, 2, 6, 14, 15, 20).
6 Jonatán siempre fue leal a Jehová, como lo demuestra lo que sucedió poco después de que su padre desobedeció a Dios (1 Sam. 13:13, 14). Los filisteos planearon atacar a Israel con un ejército enorme. Tenían 30.000 carros de guerra, mientras que los israelitas tenían apenas 600 soldados. ¡Y solo Saúl y su hijo tenían armas! Pero Jonatán no tenía miedo, ya que creía estas palabras del profeta Samuel: “Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre” (1 Sam. 12:22). Justo antes de atacar a un grupo de soldados enemigos, le dijo a su escudero: “Para Jehová no hay estorbo en salvar por muchos o por pocos”. Entre los dos derribaron a unos veinte enemigos. De pronto, la tierra comenzó a temblar y se produjo un pánico enorme entre los filisteos, que acabaron peleando entre ellos. Jonatán tuvo fe, y Jehová lo bendijo con la victoria (1 Sam. 13:5, 15, 22; 14:1, 2, 6, 14, 15, 20).
LENGUAJE SENCILLO: 6 Jonatán se mantuvo leal a Jehová. ¿Por qué lo sabemos? Por lo que hizo poco después de que Saúl empezara a desobedecer a Dios (1 Samuel 13:13, 14). En ese tiempo, un gran ejército enemigo que tenía 30.000 carros de guerra iba a atacar Israel. El ejército israelita solo tenía 600 soldados. Y solo el rey Saúl y Jonatán estaban armados. Pero Jonatán no tenía miedo. Recordaba que el profeta Samuel había dicho: “Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre” (1 Samuel 12:22). Así que Jonatán le dijo a un soldado: “Para Jehová no hay estorbo en salvar por muchos o por pocos”. Y entre los dos fueron y mataron a unos 20 soldados enemigos. Está claro que Jonatán tenía fe en Jehová. Y Dios lo bendijo por ello. Él hizo que hubiera un terremoto, y los enemigos se asustaron tanto que empezaron a matarse entre ellos. Así los israelitas ganaron la batalla (1 Samuel 13:5, 15, 22; 14:1, 2, 6, 14, 15, 20).
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(1 Samuel 13:13-14) 13 En esto Samuel dijo a Saúl: “Has obrado tontamente. No has guardado el mandamiento de Jehová tu Dios que él te mandó, porque, si lo hubieras guardado, Jehová hubiera hecho firme tu reino sobre Israel hasta tiempo indefinido. 14 Y ahora tu reino no durará. Jehová ciertamente se hallará un hombre agradable a su corazón; y Jehová lo comisionará como caudillo sobre su pueblo, porque tú no guardaste lo que Jehová te mandó”.
(1 Samuel 12:22) 22 Porque Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre, porque Jehová ha tomado a su cargo hacerlos pueblo suyo.
(1 Samuel 13:5) 5 Y los filisteos, por su parte, se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros de guerra y seis mil hombres de a caballo y gente como los granos de arena que están a la orilla del mar por multitud; y fueron subiendo y empezaron a acampar en Micmash al este de Bet-aven.
(1 Samuel 13:15) 15 Entonces Samuel se levantó y se fue subiendo de Guilgal a Guibeah de Benjamín, y Saúl procedió a tomar la cuenta de la gente, los que todavía se hallaban con él, unos seiscientos hombres.
(1 Samuel 13:22) 22 Y en el día de batalla sucedió que no se hallaba una espada ni una lanza en la mano de ninguna de la gente que estaba con Saúl y Jonatán; pero pudo hallarse una que pertenecía a Saúl y a Jonatán su hijo.
(1 Samuel 14:1-2) 14 Y cierto día aconteció que Jonatán hijo de Saúl procedió a decir al servidor que llevaba sus armas: “Ven, sí, y crucemos a la avanzada de los filisteos que está allá al otro lado”. Pero no lo informó a su padre. 2 Y Saúl estaba morando en las afueras de Guibeah, debajo del granado que hay en Migrón; y la gente que estaba con él eran unos seiscientos hombres.
(1 Samuel 14:6) 6 De modo que Jonatán dijo al servidor, su escudero: “Ven, sí, y pasemos a la avanzada de estos incircuncisos. Quizás Jehová obre por nosotros, porque para Jehová no hay estorbo en salvar por muchos o por pocos”.
(1 Samuel 14:14-15) 14 Y la primera matanza con que Jonatán y su escudero los derribaron ascendió a unos veinte hombres en el espacio de como la mitad de una yugada de tierra en un campo. 15 Entonces ocurrió un temblor en el campamento del campo y entre toda la gente de la avanzada; y la tropa de pilladores tembló, aun ellos, y la tierra empezó a estremecerse, y aquello se desarrolló en un temblor procedente de Dios.
(1 Samuel 14:20) 20 Así a Saúl y a toda la gente que estaba con él se les llamó afuera. De modo que llegaron hasta la batalla, y allí la espada de cada uno había llegado a estar contra su semejante; la desbandada fue muy grande.
7. ¿Cómo trató Jonatán a su padre?
RESPUESTA: Jonatán siguió obedeciendo a su padre siempre que fue posible. Por ejemplo, fue con él a una batalla para defender al pueblo de Jehová (1 Samuel 31:1, 2).
7 A pesar de que Saúl siguió desobedeciendo a Jehová, Jonatán lo apoyó siempre que eso no significara violar la ley de Dios. Por ejemplo, peleó a su lado para defender a Israel (1 Sam. 31:1, 2).
LENGUAJE SENCILLO: 7 Aunque el rey Saúl siguió desobedeciendo a Jehová, Jonatán siguió obedeciendo a su padre siempre que fue posible. Por ejemplo, fue con él a una batalla para defender al pueblo de Jehová (1 Samuel 31:1, 2).
(1 Samuel 31:1-2) 31 Ahora bien, los filisteos estaban peleando contra Israel, y los hombres de Israel se pusieron en fuga de delante de los filisteos, y siguieron cayendo muertos en el monte Guilboa. 2 Y los filisteos continuaron siguiendo de cerca a Saúl y sus hijos; y los filisteos por fin derribaron a Jonatán y a Abinadab y a Malki-súa, hijos de Saúl.
8, 9. ¿Por qué debemos respetar a quienes tienen autoridad sobre nosotros?
RESPUESTA: Jehová permite que estas “autoridades superiores” nos gobiernen y espera que les mostremos respeto (Romanos 13:1, 2). Por eso respetamos a todos los funcionarios del gobierno, incluso si alguno no es honrado y nos parece que no merece nuestro respeto. Además, Jehová espera que respetemos a todas las personas a quienes él ha dado autoridad en la familia y en la congregación (1 Corintios 11:3; Hebreos 13:17).
8 Una manera de ser leales a Jehová igual que Jonatán es obedeciendo a “las autoridades superiores” del lugar donde vivimos. Claro, esa obediencia es condicional. Dios nos manda que las respetemos, incluso si creemos que no lo merecen. Por ejemplo, quizás un funcionario sea corrupto, pero tenemos que obedecerlo siempre que no signifique violar la ley de Dios (lea Romanos 13:1, 2). Además, debemos respetar a todos aquellos a quienes Jehová ha dado autoridad en la familia y en la congregación. Esta es otra manera de mostrarle lealtad (1 Cor. 11:3; Heb. 13:17).
Una manera de ser leales a Jehová es respetando a nuestro esposo o esposa aunque no sea Testigo. (Vea el párrafo 9).
9 Olga, [1] (NOTA:(párrafo 9): Se han cambiado algunos nombres.) una hermana que vive en Sudamérica, demostró su lealtad a Dios respetando a su esposo incluso en los momentos difíciles. Durante años, él se quejó de que fuera cristiana. En ocasiones se ponía furioso y le decía que se iría de casa y se llevaría a los niños. Pero ella no le devolvía mal por mal. Se esforzaba por ser una buena esposa: le tenía lista su ropa y su comida y lo ayudaba a atender a su familia (Rom. 12:17). Siempre que podía, lo acompañaba a visitar a sus compañeros de trabajo y a su familia. Cuando el padre de él murió, viajaron a la ciudad donde se iba a celebrar el funeral. Ella preparó a los niños y todo lo necesario para el viaje. Luego, en el funeral, lo esperó fuera de la iglesia. La paciencia y el respeto de Olga han ido dando resultados. Ahora su esposo la anima a asistir a las reuniones y la lleva al Salón del Reino; a veces hasta se queda en la reunión (1 Ped. 3:1).
LENGUAJE SENCILLO: 8 ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Jonatán y ser leales a Dios? Obedeciendo siempre que sea posible al gobierno del país donde vivimos. Jehová permite que estas “autoridades superiores” nos gobiernen y espera que les mostremos respeto (lea Romanos 13:1, 2). Por eso respetamos a todos los funcionarios del gobierno, incluso si alguno no es honrado y nos parece que no merece nuestro respeto. Además, Jehová espera que respetemos a todas las personas a quienes él ha dado autoridad en la familia y en la congregación (1 Corintios 11:3; Hebreos 13:17).
9 Veamos cómo una hermana de Sudamérica llamada Olga demostró que era leal a Jehová [1] (vea la nota al final del artículo. NOTA: En este artículo, algunos nombres no son reales). Su esposo la trataba muy mal. A veces él no le hablaba o le decía cosas muy feas por ser testigo de Jehová. Llegó a decirle que la dejaría y se llevaría a sus hijos. Pero ella nunca le perdió el respeto ni le devolvió “mal por mal”. En vez de eso, se esforzó por ser una buena esposa. Le cocinaba, le lavaba la ropa y atendía al resto de su familia (Romanos 12:17). Y cuando podía, lo acompañaba a visitar a sus parientes y amigos. Por ejemplo, cuando el suegro de Olga murió, ella preparó todas las cosas para ir al funeral, que sería en otra ciudad. Como el funeral se celebró en una iglesia, ella esperó afuera hasta que su esposo salió. Después de muchos años, él empezó a tratarla mejor. Y todo fue gracias a que ella siempre fue paciente y le mostró respeto. Ahora él le dice que no se pierda las reuniones y la lleva al Salón del Reino. A veces hasta se queda con Olga para la reunión (1 Pedro 3:1).
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(Romanos 13:1-2) 13 Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas. 2 Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se ha puesto en contra del arreglo de Dios; los que se han puesto en contra de este recibirán juicio para sí.
(1 Corintios 11:3) 3 Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios.
(Hebreos 13:17) 17 Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes.
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(Romanos 12:17) 17 No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres.
(1 Pedro 3:1) 3 De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de [sus] esposas,
CUANDO TENEMOS QUE ESCOGER A QUIÉN VAMOS A SER LEALES
10. ¿Qué ayudó a Jonatán a elegir a quién sería leal?
RESPUESTA: Él sabía que Dios apoyaba a David, no a Saúl. Por eso eligió ser leal a David. Primero le avisó a David que se escondiera y luego le pidió a Saúl que no matara a David (1 Samuel 19:1-6).
10 En el momento en que Jonatán se enteró de que Saúl quería matar a David, tuvo que tomar una decisión. ¿A quién sería leal? Por un lado, debía obedecer a su padre, pero por el otro, le había hecho una promesa a David. Además, sabía que Dios apoyaba a David, no a Saúl. Por lo tanto decidió ser leal a David: le advirtió del peligro, le dijo que se escondiera y habló bien de él a su padre (lea1 Samuel 19:1-6).
LENGUAJE SENCILLO: 10 Cuando Saúl dijo que pensaba matar a David, Jonatán tuvo que elegir entre ser leal a su padre o ser leal a David. Era una decisión difícil, porque Jonatán quería ser leal a los dos. ¿Qué lo ayudó a elegir? Él sabía que Dios apoyaba a David, no a Saúl. Por eso eligió ser leal a David. Primero le avisó a David que se escondiera y luego le pidió a Saúl que no matara a David (lea 1 Samuel 19:1-6).
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(1 Samuel 19:1-6) 19 Por fin Saúl habló a Jonatán su hijo, y a todos sus siervos, de dar muerte a David. 2 En cuanto a Jonatán, hijo de Saúl, él se deleitaba mucho en David. Así que Jonatán informó a David, y dijo: “Saúl mi padre está procurando que se te dé muerte. Y ahora manténte alerta, por favor, por la mañana, y tienes que morar en secreto y quedarte escondido. 3 Y yo, por mi parte, saldré y ciertamente estaré de pie al lado de mi padre en el campo donde estés tú, y yo mismo le hablaré a mi padre por ti, y ciertamente veré lo que suceda, y con certeza te informaré”. 4 En conformidad, Jonatán habló bien acerca de David a Saúl su padre, y le dijo: “No peque el rey contra su siervo David, pues él no ha pecado para contigo, y sus obras han sido muy buenas para contigo. 5 Y procedió a poner su alma en la palma de su mano y a derribar al filisteo, de modo que Jehová ejecutó una gran salvación para todo Israel. Tú lo viste, y te entregaste al regocijo. ¿Por qué, pues, debes pecar contra sangre inocente, haciendo que se dé muerte a David sin causa?”. 6 Entonces Saúl obedeció la voz de Jonatán, y Saúl juró: “Tan ciertamente como que Jehová vive, no se le dará muerte”.
11, 12. Si amamos a Dios, ¿qué haremos?
RESPUESTA: Si amamos a Dios, seremos más leales a él que a cualquier persona, incluso nuestros parientes. Si amamos a Dios, también seremos más leales a él que a cualquier cosa, como un equipo deportivo, nuestra escuela o nuestro país.
11 Cuando Alice, una hermana de Australia, comenzó a estudiar la Biblia, también tuvo que decidir a quién sería leal. Le contaba a su familia todas las cosas buenas que estaba aprendiendo. Un día les dijo que ya no celebraría la Navidad con ellos y les explicó la razón. Al principio se sintieron tristes, pero luego se enojaron muchísimo. Sentían que les estaba dando la espalda. Alice cuenta que su madre le dijo que ya no quería volver a verla. “Fue un golpe muy duro y me dolió mucho —recuerda—, porque quiero a mi familia. Pero estaba decidida a poner a Jehová y a Jesús en primer lugar en mi vida, así que me bauticé en la siguiente asamblea” (Mat. 10:37).
12 Si no tenemos cuidado, la lealtad a una nación, escuela o equipo deportivo podrían llegar a ser más importantes que la lealtad a Jehová. Veamos lo que le sucedió a Henry, que juega muy bien al ajedrez. Su escuela había ganado muchas veces el campeonato y él quería ayudarla a ganar otra vez. Pero las partidas eran los fines de semana, y le quitaban el tiempo que debía dedicar a las reuniones y a la predicación. Henry admite: “Poco a poco mi lealtad a la escuela se volvió más importante que mi lealtad a Dios”. ¿Qué hizo? Decidió renunciar al equipo de ajedrez (Mat. 6:33).
LENGUAJE SENCILLO: 11 Si amamos a Dios, seremos más leales a él que a cualquier persona, incluso nuestros parientes. Veamos el ejemplo de una hermana de Australia llamada Alice. Ella tuvo que elegir a quién sería leal. Cuando estaba aprendiendo de la Biblia, les contaba a sus parientes lo que estaba aprendiendo. Un día les dijo que no volvería a celebrar la Navidad y les explicó por qué. Al principio ellos se quedaron desilusionados. Pero luego se enojaron muchísimo. Sentían que ella había dejado de quererlos. Su madre llegó a decirle que no quería volver a verla. Alice dijo: “Fue un golpe muy duro y me dolió mucho, porque quiero a mi familia. Pero estaba decidida a poner a Jehová y a Jesús en primer lugar en mi vida, así que me bauticé en la siguiente asamblea” (Mateo 10:37).
12 Si amamos a Dios, también seremos más leales a él que a cualquier cosa, como un equipo deportivo, nuestra escuela o nuestro país. Pensemos en el caso de un hermano joven llamado Henry. Él jugaba ajedrez con el equipo de su escuela y estaba decidido a ganar un campeonato. Pero como se la pasaba jugando todos los fines de semana, no tenía tiempo para ir a predicar y a las reuniones. Un día se dio cuenta de que estaba siendo más leal a su escuela que a Jehová. Así que se salió del equipo de ajedrez (Mateo 6:33).
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(Mateo 10:37) 37 El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí.
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(Mateo 6:33) 33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas
13. Si queremos ser leales a Dios, ¿qué haremos cuando tengamos problemas familiares?
RESPUESTA: Ponernos a pensar en lo que dice la Biblia. Los consejos de la Biblia nos darán el valor para explicarle a nuestros familiares lo que Jehová espera de nosotros.
13 También en la familia puede ser difícil decidir a quién debemos ser leales primero. Esto le sucedió a Ken. “Quería visitar con regularidad a mi madre, que ya está entrada en años, e invitarla a quedarse en casa de vez en cuando —comenta—. Pero ella y mi esposa no se llevaban bien. Al principio me sentí entre la espada y la pared, porque no podía quedar bien con las dos. Sin embargo, me di cuenta de que en este caso le debía más lealtad a mi esposa. Así que busqué una solución que fuera aceptable para ella”. Los consejos de la Biblia le dieron el valor para explicarle a su esposa por qué debían recibir con bondad a su madre, y a su madre por qué debía respetar a su esposa (lea Génesis 2:24 y1 Corintios 13:4, 5).
LENGUAJE SENCILLO: 13 A veces es difícil ser leal a varios parientes al mismo tiempo. Veamos el caso de un hermano llamado Ken. Él cuenta que su madre ya está muy mayor, así que quería visitarla a menudo e invitarla a quedarse en su casa de vez en cuando. Pero su madre y su esposa no se llevaban bien. Ken admite que no sabía qué hacer para que las dos estuvieran contentas. Él quería ser leal a Jehová. Así que se puso a pensar en lo que dice la Biblia. Entonces se dio cuenta de que Dios espera que él agrade a su esposa y sea leal a ella. Por eso buscó una solución que la tuviera contenta. Habló con su esposa y le explicó por qué ella debía ser amable con la madre de él. Y también le explicó a su madre por qué debía respetar a su esposa (lea Génesis 2:24 y 1 Corintios 13:4, 5).
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(Génesis 2:24) 24 Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne.
(1 Corintios 13:4-5) 4 El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, 5 no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño.
CUANDO SOMOS VÍCTIMAS DE UN MALENTENDIDO O NOS TRATAN INJUSTAMENTE
14. ¿Qué le hizo Saúl a Jonatán?
RESPUESTA: Trató mal a su propio hijo. No entendía por qué Jonatán quería tanto a David. Por eso, cuando Jonatán intentó ayudar a David, Saúl se enojó tanto que lo humilló delante de mucha gente. Pero Jonatán siguió respetando a su padre. Y al mismo tiempo fue leal a Jehová y a David, que había sido elegido por Dios para ser el próximo rey de Israel (1 Samuel 20:30-41).
14 También debemos ser leales a Jehová si uno de los encargados de la congregación nos trata injustamente. Aunque Saúl había sido nombrado rey por Jehová, trató mal a su hijo. No entendía por qué era tan buen amigo de David, y en un arranque de ira lo humilló enfrente de muchas personas. Aun así, Jonatán no le faltó el respeto. Pero tampoco dejó de ser leal a Jehová ni a David, que llegaría a ser el rey de Israel (1 Sam. 20:30-41).
LENGUAJE SENCILLO: 14 Otra oportunidad para demostrar que somos leales a Jehová es cuando un hermano con autoridad nos trata de manera injusta. El rey Saúl fue nombrado por Dios, pero trató mal a su propio hijo. No entendía por qué Jonatán quería tanto a David. Por eso, cuando Jonatán intentó ayudar a David, Saúl se enojó tanto que lo humilló delante de mucha gente. Pero Jonatán siguió respetando a su padre. Y al mismo tiempo fue leal a Jehová y a David, que había sido elegido por Dios para ser el próximo rey de Israel (1 Samuel 20:30-41).
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(1 Samuel 20:30-41) 30 Entonces la cólera de Saúl se enardeció contra Jonatán, y le dijo: “Oh hijo de criada rebelde, ¿no sé yo bien que estás escogiendo al hijo de Jesé para tu propia vergüenza y para vergüenza de las partes naturales de tu madre? 31 Pues por el total de los días que el hijo de Jesé esté vivo sobre el suelo, tú y tu gobernación real no estarán firmemente establecidos. Así es que ahora manda a traérmelo, porque va con destino a la muerte”. 32 Sin embargo, Jonatán respondió a Saúl su padre y le dijo: “¿Por qué debe dársele muerte? ¿Qué ha hecho?”. 33 Ante eso, Saúl se puso a arrojar la lanza contra él para herirlo; y Jonatán llegó a saber que había sido resuelto por su padre dar muerte a David. 34 Al instante Jonatán se levantó de la mesa en el ardor de la cólera, y no comió pan el segundo día después de la luna nueva, pues se sentía herido por lo de David, porque su mismo padre lo había humillado. 35 Y por la mañana aconteció que Jonatán procedió a salir al campo del lugar señalado de David, y un servidor joven estaba con él. 36 Y él procedió a decir a su servidor: “Corre, por favor, halla las flechas que estoy disparando”. El servidor corrió, y él mismo disparó la saeta para hacerla pasar más allá de él. 37 Cuando el servidor llegó hasta el lugar de la saeta que Jonatán había disparado, Jonatán se puso a gritar tras el servidor y a decir: “¿No está la flecha más allá de ti?”. 38 Y Jonatán siguió gritando tras el servidor: “¡Date prisa! ¡Obra rápidamente! ¡No te detengas!”. Y el servidor de Jonatán se puso a recoger las flechas y entonces vino a su amo. 39 En cuanto al servidor, no supo nada; solo Jonatán y David mismos sabían del asunto. 40 Después de eso Jonatán dio sus armas al servidor que le pertenecía y le dijo: “Vete, llévalas a la ciudad”. 41 El servidor se fue. En cuanto a David, se levantó de cerca de allí hacia el sur. Entonces cayó a tierra sobre su rostro y se inclinó tres veces; y empezaron a besarse y a llorar el uno por el otro, hasta que David fue el que más lo había hecho.
15. Si un hermano nos trata de manera injusta, ¿qué debemos hacer?
RESPUESTA: Si alguna vez nos tratan de manera injusta, sigamos siendo leales a Jehová.
15 Claro está, los encargados de la congregación se esfuerzan por ser justos con todos. Pero como son imperfectos, en alguna ocasión podrían malinterpretar nuestras acciones (1 Sam. 1:13-17). No dejemos que nada nos impida ser leales a Jehová, ni siquiera si somos víctimas de un malentendido o se nos trata injustamente.
LENGUAJE SENCILLO: 15 Hoy día, los ancianos se esfuerzan por tratar de manera justa a toda la congregación. Pero como son imperfectos, puede que a veces no entiendan bien por qué hacemos algo (1 Samuel 1:13-17). Si alguna vez nos tratan de manera injusta, sigamos siendo leales a Jehová.
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(1 Samuel 1:13-17) 13 En cuanto a Ana, ella estaba hablando en su corazón; solo sus labios temblaban, y no se oía su voz. Pero Elí la tomó por borracha. 14 De modo que le dijo Elí: “¿Hasta cuándo te portarás como una borracha? Aparta tu vino de ti”. 15 Por lo cual Ana contestó y dijo: “¡No, señor mío! Soy una mujer duramente oprimida de espíritu; y no he bebido vino ni licor embriagante, sino que derramo mi alma delante de Jehová. 16 No tomes a tu esclava por una mujer que no sirve para nada, porque es por la abundancia de mi preocupación y mi irritación que he hablado hasta ahora”. 17 Entonces Elí contestó y dijo: “Ve en paz, y que el Dios de Israel conceda tu petición que le has pedido”.
CUANDO ES MUY DIFÍCIL CUMPLIR UNA PROMESA
16. ¿En qué situaciones debemos ser leales a Dios y no ser egoístas?
RESPUESTA: La Biblia dice que los que son leales a Jehová y lo aman cumplen sus promesas aunque salgan perdiendo (Salmo 15:4). Por ejemplo, si hacemos un contrato de negocios, lo cumpliremos aunque nos cueste. Y si tenemos problemas en nuestro matrimonio, por amor a Jehová seremos leales a nuestro esposo o esposa (Malaquías 2:13-16).
16 Saúl insistía en que Jonatán pensara en su futuro (1 Sam. 20:31). Pero en vez de ser egoísta y tratar de convertirse en el siguiente rey, Jonatán mantuvo su promesa de amistad a David y su lealtad a Jehová. Tal como Jonatán cumplió su promesa, nosotros debemos cumplir lo que prometemos aunque salgamos perjudicados, como dice el Salmo 15:4. Por ejemplo, si hacemos un acuerdo de trabajo, tenemos que cumplirlo, aunque sea más difícil de lo que creíamos al principio. Cumpliremos nuestra palabra porque respetamos lo que dice la Biblia. Lo mismo sucederá si nuestro matrimonio no va tan bien como esperábamos. Seremos leales a nuestro esposo o esposa. Así demostraremos que amamos a Jehová (lea Malaquías 2:13-16).
LENGUAJE SENCILLO: 16 Saúl quería que el siguiente rey después de él fuera Jonatán, no David (1 Samuel 20:31). Jonatán pudo haber sido egoísta y haber intentado ser el siguiente rey. Pero como amaba a Jehová y era leal a él, cumplió la promesa que le había hecho a su amigo David. La Biblia dice que los que son leales a Jehová y lo aman cumplen sus promesas aunque salgan perdiendo (Salmo 15:4). Por ejemplo, si hacemos un contrato de negocios, lo cumpliremos aunque nos cueste. Y si tenemos problemas en nuestro matrimonio, por amor a Jehová seremos leales a nuestro esposo o esposa (lea Malaquías 2:13-16).
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(1 Samuel 20:31) 31 Pues por el total de los días que el hijo de Jesé esté vivo sobre el suelo, tú y tu gobernación real no estarán firmemente establecidos. Así es que ahora manda a traérmelo, porque va con destino a la muerte”.
(Salmos 15:4) 4 A sus ojos el despreciable ciertamente es rechazado, pero honra a los que temen a Jehová. Ha jurado a lo que es malo [para sí], y no obstante no [lo] altera.
(Malaquías 2:13-16) 13 “Y esta es la segunda cosa que ustedes hacen, [lo que resulta en que] se cubra de lágrimas el altar de Jehová, con lloro y suspiro, de modo que ya no hay un volverse hacia la ofrenda de dádiva o un complacerse [en nada] de mano de ustedes. 14 Y ustedes han dicho: ‘¿A causa de qué?’. A causa de esto: de que Jehová mismo ha dado testimonio entre ti y la esposa de tu juventud, con la cual tú mismo has tratado traidoramente, aunque ella es tu socia y la esposa de tu pacto. 15 Y hubo uno que no [lo] hizo, porque tenía lo que quedaba de[l] espíritu. ¿Y qué buscaba ese? La descendencia de Dios. Y ustedes tienen que guardarse respecto a su espíritu, y con la esposa de tu juventud que nadie trate traidoramente. 16 Porque él ha odiado un divorciarse —ha dicho Jehová el Dios de Israel—; y al que con violencia ha cubierto su prenda de vestir —ha dicho Jehová de los ejércitos—. Y tienen que guardarse respecto a su espíritu, y no deben tratar traidoramente.
Si hacemos un acuerdo de trabajo, debemos cumplirlo porque somos leales a Jehová y respetamos la Biblia. (Vea el párrafo 16).
17. ¿Qué ha aprendido en este artículo?
RESPUESTA: Queremos ser leales a Dios incluso en situaciones difíciles. Por eso, seamos leales a nuestros hermanos aunque a veces nos desilusionen. Así haremos feliz a Jehová, y eso nos hará más felices a nosotros (Proverbios 27:11). Podemos estar seguros de que él siempre nos cuidará. En el siguiente artículo hablaremos de otros personajes de los días de David. Veremos que algunos fueron leales a Dios, pero otros no lo fueron. Y veremos qué podemos aprender de cada uno de ellos.
17 Todos queremos ser tan leales como Jonatán, ¿verdad? Así que seamos leales a nuestros hermanos, aunque a veces cometan errores. Tampoco persigamos metas egoístas. Y pase lo que pase, seamos siempre leales a Jehová. Así alegraremos su corazón y seremos felices (Prov. 27:11). Podemos estar seguros de que él siempre hará lo que sea mejor para nosotros y nos cuidará. En el próximo artículo aprenderemos valiosas lecciones de otras personas que vivieron en la época de David, algunas de las cuales fueron leales y otras no.
LENGUAJE SENCILLO: 17 Al igual que Jonatán, queremos ser leales a Dios incluso en situaciones difíciles. Por eso, seamos leales a nuestros hermanos aunque a veces nos desilusionen. Así haremos feliz a Jehová, y eso nos hará más felices a nosotros (Proverbios 27:11). Podemos estar seguros de que él siempre nos cuidará. En el siguiente artículo hablaremos de otros personajes de los días de David. Veremos que algunos fueron leales a Dios, pero otros no lo fueron. Y veremos qué podemos aprender de cada uno de ellos.
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(Proverbios 27:11) 11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio.
¿QUÉ SIGNIFICA?
· Ser leales a Jehová: Significa obedecerle siempre porque lo amamos más que a cualquier otra persona o cosa. Incluso cuando estamos en situaciones difíciles, pensamos en lo que él quiere que hagamos y le obedecemos.
· “Autoridades superiores” (Romanos 13:1): Son los gobiernos y funcionarios que Jehová permite que tengan autoridad sobre nosotros. Dios quiere que los respetemos y los obedezcamos en todo, excepto cuando nos manden hacer algo que él no quiere.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Cómo demostró Jonatán que era leal a Jehová? (6) Por lo que hizo poco después de que Saúl empezara a desobedecer a Dios (1 Samuel 13:13, 14). En ese tiempo, un gran ejército enemigo que tenía 30.000 carros de guerra iba a atacar Israel. El ejército israelita solo tenía 600 soldados. Y solo el rey Saúl y Jonatán estaban armados. Pero Jonatán no tenía miedo. Recordaba que el profeta Samuel había dicho: “Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre” (1 Samuel 12:22). Así que Jonatán le dijo a un soldado: “Para Jehová no hay estorbo en salvar por muchos o por pocos”. Y entre los dos fueron y mataron a unos 20 soldados enemigos. Está claro que Jonatán tenía fe en Jehová. Y Dios lo bendijo por ello. Él hizo que hubiera un terremoto, y los enemigos se asustaron tanto que empezaron a matarse entre ellos. Así los israelitas ganaron la batalla (1 Samuel 13:5, 15, 22; 14:1, 2, 6, 14, 15, 20).
¿Cómo podemos ser leales a Dios cuando nos parece que alguien con autoridad no merece nuestro respeto? (8, 9) Jehová espera que respetemos a todas las personas a quienes él ha dado autoridad en la familia y en la congregación (1 Corintios 11:3; Hebreos 13:17).
¿Cómo podemos ser leales a Jehová cuando un hermano con autoridad nos trata de manera injusta? (16) No dejemos que nada nos impida ser leales a Jehová, ni siquiera si somos víctimas de un malentendido o se nos trata injustamente.