¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
Mateo 8:14-17
Me enseña de Jehová que es fiel a su palabra, mediante Isaías anuncio “él se llevara nuestras enfermedades y dolores”, esto se cumplió cuando Jesús curo no solo a la suegra de Pedro, sino a muchas más personas. Podemos confiar que tal como se cumplió esa profecía, se cumplirá pronto a nivel mundial la erradicación de todo lo que nos hace sufrir.
Mateo 8:21,22
Me enseña de Jehová que desea que le demos el primer lugar en nuestra vida, el hombre mencionado en estos textos no estaba preparado para eso, es evidente que el padre aún está vivo. Si acabara de morir, seguramente el hijo no estaría allí hablando con Jesús, nuestra decisión debe ser dar a Jehová el lugar que merece y obedecer en hacer su voluntad.
Mateo 9:2-6
Me enseña de Jehová su poder, poder que también le ha otorgado a su Hijo para que mediante su sacrificio nuestros pecados que es como una enfermedad, sean perdonados y podamos gozar de buena salud. Cuando el Reino de Dios gobierne, Jesús perdonará los pecados de todos los que amen a Dios y le sirvan. Entonces, las enfermedades desaparecerán para siempre.
Mateo 9:10-13
Me enseña de Jehová que es justo y misericordioso, el no juzga por la mera apariencia de alguien sino que ve lo hay en el corazón, el ve lo que es en realidad cada persona y desea que nos arrepintamos de nuestro mal proceder. Y eso es justo lo que Jesús veía en aquellos recaudadores de impuestos.
Mateo 9:20,22
Me enseña de Jehová su amor por la humanidad, lo deja claro al escoger a un rey que gobierne la Tierra que es cariñoso y compasivo. También no ven con prejuicio a las mujeres sino más bien las respetan y valoran.
¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?
Mateo 8:3
Aprendemos lo que el Reino de Dios lograra a una escala mayor cuando Jesús gobierne por completo toda la Tierra. Jesús no efectuó milagros solo por cumplir una profecía, lo hacía porque deseaba aliviar el sufrimiento, y cuando el reine curara de todo sufrimiento a TODAS las personas.
Mateo 8:10
Jesús siempre se centró en las virtudes que las personas tenían, como humanos imperfectos siempre tendremos defectos, pero debemos copiar el ejemplo de Jesús y ser fuente de ánimo para otros de esta manera les ayudaremos a mejorar.
Mateo 8:19,20
Preguntémonos, ¿Qué estamos dispuestos a hacer para seguir a Jesús? al escriba no le gustó la incertidumbre sobre dónde iba a comer la próxima vez o dónde iba a alojarse. Si deseamos ser verdaderos discípulos de Jesús debemos mantener la vista enfocada en la obra del Reino y tener la seguridad que no pasaremos ninguna necesidad y que nuestro esfuerzo será recompensado con la vida eterna.
Mateo 8:24-27
De estos textos aprendemos dos lecciones: 1. Nos debe tranquilizar saber que Jesús tiene el poder de controlar las fuerzas de la naturaleza, y que cuando él reine sobre toda la Tierra, todo el mundo vivirá en seguridad, pues ya no habrá más catástrofes naturales. 2. Que nuestra fe no debe tambalear ante las adversidades que pasemos, pues tanto Jehová como Jesús siempre nos cuidan.
Mateo 9:9
Me enseña sobre la buena disposición de Mateo al dejar todo para seguir a Jesús, De modo que si tenemos un obstáculo que nos impida servir más a Jehová debemos de estar prontos a dejar todo para cumplir con nuestra comisión.
Mateo 9:22
Aprendemos que debemos tener fe en Jesús, aquella mujer se curó de su penosa enfermedad gracias a la fe que tenía en Jesús, nosotros debemos ejercer fe en el sacrificio de él y veremos nuestra recompensa de la vida eterna en un futuro cercano.
Mateo 9:36
Muchas personas están desolladas y desparramadas pues los falsos pastores religiosos las han desatendido y cegado en sentido espiritual. Por ello, no conocen la sólida guía que se halla en la Biblia ni las condiciones paradisíacas que el Reino de Dios pronto traerá a la Tierra. Pero nosotros tenemos lo que necesitan: las vivificantes buenas nuevas del Reino de Dios ya establecido en el cielo.
Mateo 9:37,38
Si le pedimos al Amo que “envíe obreros a su siega”, debemos ser consecuentes y participar con celo en la obra de hacer discípulos.