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" Estudio de La Atalaya " ( Respuestas Practicas )

ESTUDIO DE LA ATALAYA (Sem. del 1 a 8 de agosto)

¿Cómo escoge Dios a quién moldear? ¿Por qué nos moldea y cómo lo hace?

“Oh Jehová, [...] tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (IS. 64:8).

CANCIONES 89 26

¿QUÉ RESPUESTA DARÍA?
·         ¿Cómo escoge Jehová a quiénes moldeará?
·         ¿Por qué moldea Jehová a su pueblo?
·         ¿Cómo moldea Dios a los que se someten a él?

1. ¿Por qué es Jehová el mejor Alfarero?

RESPUESTA: La Biblia dice que Jehová usó “barro del suelo” para crear a un hombre perfecto, llamado Adán. Ese hombre era “hijo de Dios” y fue creado con la capacidad de copiar las cualidades de Jehová.

EN UNA subasta que se celebró en Londres (Inglaterra) en noviembre de 2010, se ofrecieron unos setenta millones de dólares por un jarrón chino del siglo dieciocho. Eso demuestra que un alfarero puede convertir algo tan abundante y barato como el barro en una hermosa y carísima obra maestra. Ahora bien, ningún alfarero puede compararse con Jehová. Hacia el final del sexto día creativo, Dios usó “polvo [o barro, según la nota] del suelo” para formar un hombre perfecto y le dio la capacidad de reflejar las cualidades de su Creador (Gén. 2:7). Con razón, a Adán, ese hombre perfecto hecho del polvo, se le llamó “hijo de Dios” (Luc. 3:38).
LENGUAJE SENCILLO: EN NOVIEMBRE DE 2010, alguien ofreció pagar casi 70 millones de dólares por una antigua vasija china que se estaba vendiendo en Inglaterra. Es impresionante ver cómo un alfarero puede usar algo tan común y barato como el barro para crear algo tan bonito y valioso. Jehová es como un alfarero. Pero él es el mejor Alfarero, mucho más experto que cualquier alfarero humano. La Biblia dice que Jehová usó “barro del suelo” para crear a un hombre perfecto, llamado Adán (Génesis 2:7, nota). Ese hombre era “hijo de Dios” y fue creado con la capacidad de copiar las cualidades de Jehová (Lucas 3:38).
(Génesis 2:7) 7  Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.
(Lucas 3:38) 38  [hijo] de Enós, [hijo] de Set, [hijo] de Adán, [hijo] de Dios.

2, 3. ¿Cómo podemos imitar la actitud de los israelitas arrepentidos?

RESPUESTA: Los israelitas arrepentidos dijeron en una ocasión: “Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (Isaías 64:8) Podemos imitarlos al obedecer con humildad a nuestro Creador. Para nosotros es un honor decir que Jehová es nuestro Padre. Queremos que él sea nuestro Alfarero. Por eso debemos preguntarnos: “¿Soy como barro fácil de moldear que Dios puede usar para crear una valiosa vasija? ¿Veo a mis hermanos como si fueran barro que Jehová todavía está moldeando?”. 

No obstante, Adán dejó de ser hijo del Creador cuando se rebeló contra él. Pero, a lo largo de la historia, una gran nube de descendientes de Adán ha defendido la soberanía de Dios (Heb. 12:1). Al someterse con humildad a Jehová, han demostrado que quieren que él, y no Satanás, sea su Padre y Alfarero (Juan 8:44). Esa lealtad nos recuerda lo que Isaías dijo sobre los israelitas arrepentidos: “Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (Is. 64:8).
Los que adoran hoy a Jehová con espíritu y verdad se esfuerzan por tener la misma actitud humilde y sumisa. Para ellos es un honor dirigirse a Jehová como su Padre y someterse a él como su Alfarero. ¿Nos vemos como barro blando en las manos de Dios, deseando que nos convierta en una vasija muy valiosa a sus ojos? ¿Y cómo vemos a los hermanos? ¿Entendemos que Jehová todavía los está moldeando? Algo que nos ayudará a hacerlo es analizar tres aspectos del trabajo de Jehová como nuestro Alfarero: cómo escoge a quiénes moldear, por qué los moldea y cómo lo hace.
LENGUAJE SENCILLO: 2 Cuando Adán se rebeló contra su Creador, dejó de ser hijo de Dios. Pero muchos de sus descendientes decidieron apoyar a Jehová como su gobernante (Hebreos 12:1). Ellos obedecieron con humildad a su Creador. Así rechazaron a Satanás y demostraron que querían que Jehová fuera su Padre y su Alfarero (Juan 8:44). Su lealtad a Dios nos recuerda lo que los israelitas arrepentidos dijeron en una ocasión: “Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (Isaías 64:8) (vea el recuadro “¿Qué significa?”).
Hoy día, los verdaderos siervos de Dios nos esforzamos por imitar esa actitud y obedecer con humildad a nuestro Creador. Para nosotros es un honor decir que Jehová es nuestro Padre. Queremos que él sea nuestro Alfarero. Por eso debemos preguntarnos: “¿Soy como barro fácil de moldear que Dios puede usar para crear una valiosa vasija? ¿Veo a mis hermanos como si fueran barro que Jehová todavía está moldeando?”. Para ayudarnos a tener la actitud correcta, en este artículo veremos tres cosas. Primero, cómo elige Jehová a los que moldea. Segundo, por qué los moldea. Y tercero, cómo los moldea.
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(Hebreos 12:1) 12  Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos nosotros también todo peso, y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros,
(Juan 8:44) 44  Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de [la mentira].
(Isaías 64:8) 8  Y ahora, oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano.

JEHOVÁ ESCOGE A QUIÉNES MOLDEAR

4. ¿Cómo escoge Jehová a los que atrae? Ponga algún ejemplo.

RESPUESTA: Él mira en el corazón de cada persona y ve cómo es en realidad (lea 1 Samuel 16:7b). Una prueba de esto es cuando él formó la congregación cristiana. Él atrajo hacia él mismo y hacia su Hijo a muchas personas que podían parecer poco valiosas, como a un líder religioso judío llamado Saulo. Era un hombre orgulloso y violento que perseguía a los cristianos y decía mentiras sobre ellos (1 Timoteo 1:13). Pero Jehová miró en su corazón y vio que Saulo no era como barro que no servía para nada (Proverbios 17:3).

4 Jehová no se fija en las apariencias cuando nos observa. Más bien, examina el corazón, lo que somos por dentro (lea 1 Samuel 16:7b). Esto quedó muy claro cuando formó la congregación cristiana. Él atrajo a sí mismo y a su Hijo a muchas personas que, para cualquier ser humano, podrían parecer indeseables (Juan 6:44). Una de esas personas fue un fariseo llamado Saulo, que era “blasfemo y perseguidor y hombre insolente” (1 Tim. 1:13). Para Jehová, “el examinador de los corazones”, Saulo no era barro inútil (Prov. 17:3). Al contrario, veía que era alguien que podía ser moldeado y convertido en un recipiente valioso, “un vaso escogido”, que daría testimonio “a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel” (Hech. 9:15). Dios también vio el potencial que tenían como vasos “para uso honroso” algunos que habían sido borrachos, ladrones o habían llevado una vida inmoral (Rom. 9:21; 1 Cor. 6:9-11). Pero al conseguir conocimiento exacto de la Palabra de Dios y fortalecer su fe, permitieron que Jehová los moldeara.
LENGUAJE SENCILLO: 4 Jehová no ve a las personas como nosotros las vemos. Él mira en el corazón de cada persona y ve cómo es en realidad (lea 1 Samuel 16:7b). Una prueba de esto es cuando él formó la congregación cristiana. Él atrajo hacia él mismo y hacia su Hijo a muchas personas que podían parecer poco valiosas (Juan 6:44). Una de esas personas fue un líder religioso judío llamado Saulo. Era un hombre orgulloso y violento que perseguía a los cristianos y decía mentiras sobre ellos (1 Timoteo 1:13). Pero Jehová miró en su corazón y vio que Saulo no era como barro que no servía para nada (Proverbios 17:3). Al contrario, Dios vio que Saulo era como barro que podía llegar a ser “un vaso escogido” que predicaría “a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel” (Hechos 9:15). Jehová también eligió a otras personas y moldeó a cada una como si fuera una vasija “para uso honroso” (Romanos 9:21). Algunas de esas personas robaban, se emborrachaban y cometían pecados sexuales (1 Corintios 6:9-11). Pero cuando aprendieron de Dios, fueron fortaleciendo su fe y dejando que él las moldeara.
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(1 Samuel 16:7) 7  Pero Jehová dijo a Samuel: “No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, porque lo he rechazado. Porque no de la manera como el hombre ve [es como Dios ve], porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón”.
(Juan 6:44) 44  Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día.
(1 Timoteo 1:13) 13  aunque antes era blasfemo y perseguidor y hombre insolente. No obstante, se me mostró misericordia, porque era ignorante y obré con falta de fe.
(Proverbios 17:3) 3  El vaso de refinación es para la plata y el horno para el oro, pero Jehová es el examinador de los corazones.
(Hechos 9:15) 15  Pero el Señor le dijo: “Ponte en camino, porque este hombre me es un vaso escogido para llevar mi nombre a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel.
(Romanos 9:21) 21  ¿Qué? ¿No tiene el alfarero autoridad sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para uso honroso, otro para uso deshonroso?
(1 Corintios 6:9-11) 9  ¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, 10  ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios. 11  Y, sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dio

5, 6. Si confiamos en que Jehová es nuestro Alfarero, ¿cómo veremos a) a las personas del territorio? b) a los hermanos de la congregación?

RESPUESTA a): Nunca pensemos que una persona nunca se hará testigo de Jehová. Veamos el ejemplo de un hombre llamado Michael. Él dice: “Cuando los testigos de Jehová me visitaban, les cerraba la puerta y hacía como si no existieran. Era muy maleducado con ellos. Más tarde, conocí en otro lugar a una familia que me impresionó por su buena conducta. Un día me enteré de que eran testigos de Jehová. Me quedé con la boca abierta. Su comportamiento hizo que me preguntara por qué tenía esos prejuicios. Enseguida me di cuenta de que mi actitud se basaba en la ignorancia y en rumores”. Michael quiso saber más sobre los Testigos, así que aceptó un curso bíblico. Con el tiempo se bautizó y llegó a servir a tiempo completo.
RESPUESTA b): Nuestra actitud hacia los hermanos de la congregación también será más positiva. Los veremos como si fueran barro que Jehová todavía está moldeando. Así es como Jehová los ve. Él ve cómo son por dentro y sabe que su imperfección es temporal. Además, sabe la clase de personas que pueden llegar a ser. Hasta podemos colaborar con Dios y ayudar a nuestros hermanos a seguir cambiando (1 Tesalonicenses 5:14, 15). En esto, los ancianos de congregación deben dar un buen ejemplo (Efesios 4:8, 11-13).

¿Cómo nos ayuda saber esto? Como tenemos fe en que Jehová puede leer los corazones y atraer a quienes él escoge, no juzgamos a las personas del territorio ni a los hermanos. Piense en el ejemplo de un hombre llamado Michael. Él cuenta: “Cuando los testigos de Jehová me visitaban, les cerraba la puerta y hacía como si no existieran. Era muy maleducado con ellos. Más tarde, conocí en otro lugar a una familia que me impresionó por su buena conducta. Un día me enteré de que eran testigos de Jehová. Me quedé con la boca abierta. Su comportamiento hizo que me preguntara por qué tenía esos prejuicios. Enseguida me di cuenta de que mi actitud se basaba en la ignorancia y en rumores, no en hechos”. Para estar mejor informado, Michael aceptó un curso de la Biblia. Con el tiempo, se bautizó y empezó el servicio de tiempo completo.
Si aceptamos que Jehová es nuestro Alfarero, también veremos a los hermanos de otra manera. ¿Los vemos como lo hace Jehová, es decir, no como una obra terminada, sino como personas que todavía está moldeando? Él puede ver lo que somos por dentro y qué clase de personas podemos llegar a ser en sus hábiles manos. Por eso, Jehová ve lo bueno en nosotros en vez de centrarse en nuestras imperfecciones, que son temporales (Sal. 130:3). Nosotros lo imitamos cuando vemos a los hermanos con buenos ojos. Y si los apoyamos mientras se esfuerzan por progresar espiritualmente, estaremos colaborando con nuestro Alfarero (1 Tes. 5:14, 15). Desde luego, los ancianos —que son “dádivas en hombres”— deben ser los primeros en hacerlo (Efes. 4:8, 11-13).
LENGUAJE SENCILLO: 5 Confiamos en que Jehová puede elegir y atraer a las personas correctas. Por eso no debemos juzgar de manera negativa ni a nuestros hermanos ni a las personas a quienes predicamos. Tampoco pensemos que una persona nunca se hará testigo de Jehová. Veamos el ejemplo de un hombre llamado Michael. Él dice: “Cuando los testigos de Jehová me visitaban, les cerraba la puerta y hacía como si no existieran. Era muy maleducado con ellos. Más tarde, conocí en otro lugar a una familia que me impresionó por su buena conducta. Un día me enteré de que eran testigos de Jehová. Me quedé con la boca abierta. Su comportamiento hizo que me preguntara por qué tenía esos prejuicios. Enseguida me di cuenta de que mi actitud se basaba en la ignorancia y en rumores”. Michael quiso saber más sobre los Testigos, así que aceptó un curso bíblico. Con el tiempo se bautizó y llegó a servir a tiempo completo.
Si confiamos en que Jehová es nuestro Alfarero, nuestra actitud hacia los hermanos de la congregación también será más positiva. Los veremos como si fueran barro que Jehová todavía está moldeando. Así es como Jehová los ve. Él ve cómo son por dentro y sabe que su imperfección es temporal. Además, sabe la clase de personas que pueden llegar a ser (Salmo 130:3). ¿Cómo podemos imitar a Jehová? Viendo a los hermanos con una actitud positiva. Hasta podemos colaborar con Dios y ayudar a nuestros hermanos a seguir cambiando (1 Tesalonicenses 5:14, 15). En esto, los ancianos de congregación deben dar un buen ejemplo (Efesios 4:8, 11-13).
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(Salmos 130:3) 3  Si errores fuera lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie?
(1 Tesalonicenses 5:14-15) 14  Por otra parte, los exhortamos, hermanos: amonesten a los desordenados, hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos. 15  Vean que nadie pague daño por daño a ningún otro; antes bien, sigan siempre tras lo que es bueno los unos para con los otros y para con todos los demás.
(Efesios 4:8) 8  Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas [en] hombres”.
(Efesios 4:11-13) 11  Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, 12  con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo, 13  hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo;

¿POR QUÉ NOS MOLDEA JEHOVÁ?

7. ¿Por qué debemos agradecer la disciplina de Jehová?

RESPUESTA: Jehová nos quiere porque somos sus hijos. Por eso nos disciplina y nos moldea con paciencia. Quiere que tomemos buenas decisiones, que seamos felices y que lo amemos como nuestro Padre (Proverbios 23:15). No quiere vernos sufrir ni que tengamos que morir porque no nos arrepintamos de nuestros pecados (Efesios 2:2, 3).

Quizás hemos oído alguna vez a alguien decir: “Nunca valoré de verdad la disciplina de mis padres hasta que tuve hijos”. Al adquirir más experiencia en la vida, puede que cambie nuestra opinión sobre la disciplina y empecemos a verla como lo hace Jehová, como una muestra de amor (lea Hebreos 12:5, 6, 11). Así es, Jehová ama a sus hijos. Por eso, nos moldea pacientemente. Quiere que seamos sabios y felices, y que correspondamos a su amor (Prov. 23:15). No le gusta vernos sufrir ni quiere que muramos como “hijos de la ira”, que es la perspectiva que hemos heredado de Adán (Efes. 2:2, 3).
LENGUAJE SENCILLO: 7 Algunas personas dicen que uno solo valora de verdad la disciplina de sus padres cuando tiene sus propios hijos. Cuando nos hacemos mayores, valoramos más la disciplina de nuestros padres porque entendemos que nos la dieron por amor (lea Hebreos 12:5, 6, 11).Jehová nos quiere porque somos sus hijos. Por eso nos disciplina y nos moldea con paciencia. Quiere que tomemos buenas decisiones, que seamos felices y que lo amemos como nuestro Padre (Proverbios 23:15). No quiere vernos sufrir ni que tengamos que morir porque no nos arrepintamos de nuestros pecados (Efesios 2:2, 3).
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(Hebreos 12:5-6) 5  pero se han olvidado por completo de la exhortación que se dirige a ustedes como a hijos: “Hijo mío, no tengas en poco [la] disciplina de Jehová, ni desfallezcas cuando seas corregido por él; 6  porque Jehová disciplina a quien ama; de hecho, azota a todo aquel a quien recibe como hijo”.
(Hebreos 12:11) 11  Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.
(Proverbios 23:15) 15  Hijo mío, si tu corazón se ha hecho sabio, se regocijará mi corazón, sí, el mío.
(Efesios 2:2-3) 2  en los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia. 3  Sí, entre ellos todos nosotros en un tiempo nos comportamos en armonía con los deseos de nuestra carne, y hacíamos las cosas que eran la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos naturalmente hijos de la ira así como los demás.

8, 9. a) ¿Cómo nos enseña Jehová en la actualidad? b) En el futuro, ¿cómo nos seguirá educando Jehová?

RESPUESTA a): Hoy día, Jehová nos está moldeando y educando por medio de un ambiente especial que llamamos paraíso espiritual. En este paraíso nos sentimos seguros aunque vivimos en un mundo muy malo. 
RESPUESTA b): En el nuevo mundo disfrutaremos de todas las bendiciones del paraíso espiritual. También disfrutaremos de vivir en un paraíso literal bajo el Reino de Dios. En ese tiempo, Jehová nos seguirá moldeando y educando de maneras tan maravillosas que hoy día ni siquiera podemos imaginar (Isaías 11:9). Dios también hará que nuestra mente y nuestro cuerpo sean perfectos. Entonces se nos hará más fácil aprender de él y obedecerle a la perfección. 

Al ser “hijos de la ira”, teníamos muchos defectos que desagradaban a Dios. Quizás hasta manifestábamos características propias de los animales salvajes. Pero, gracias a que Jehová nos moldea, hemos cambiado y nos parecemos más a corderos (Is. 11:6-8; Col. 3:9, 10). El entorno en el que Jehová nos moldea es un paraíso espiritual que está tomando forma en la actualidad. En él nos sentimos seguros a pesar de vivir en un mundo malvado. Los que crecieron en un hogar sin amor o en una familia con muchos problemas, por fin pueden saber lo que es sentir que los aman (Juan 13:35). Además, hemos aprendido a mostrar amor a los demás. Y lo que es más importante, hemos llegado a conocer a Jehová y ahora sentimos que nos quiere como un padre (Sant. 4:8).
En el nuevo mundo, disfrutaremos al máximo de las bendiciones de este paraíso espiritual y de su complemento perfecto: un paraíso literal bajo el Reino de Dios. Cuando se lleve a cabo esta restauración mundial, Jehová seguirá moldeando a quienes vivamos en la Tierra. Nos educará a un grado que no podemos ni imaginar (Is. 11:9). Y no solo eso. Dios hará que nuestra mente y cuerpo sean perfectos, de manera que podremos asimilar mejor sus enseñanzas y obedecerlo a la perfección. Por eso, sigamos sometiéndonos a la voluntad de Jehová. Así le demostraremos que estamos convencidos de que nos moldea porque nos ama (Prov. 3:11, 12).
LENGUAJE SENCILLO: 8 Antes de conocer a Jehová, quizás teníamos una personalidad que no le agradaba. Pero él nos fue moldeando y nos ayudó a cambiar, y ahora somos mejores personas (Isaías 11:6-8; Colosenses 3:9, 10). Hoy día, Jehová nos está moldeando y educando por medio de un ambiente especial que llamamos paraíso espiritual. En este paraíso nos sentimos seguros aunque vivimos en un mundo muy malo. Además, los hermanos que se criaron en una familia sin cariño disfrutan en este paraíso espiritual del amor verdadero de sus hermanos cristianos (Juan 13:35). Y todos hemos aprendido a demostrar amor a los demás. Pero lo más importante es que ahora conocemos a nuestro Padre celestial y disfrutamos de su amor (Santiago 4:8).
En el nuevo mundo disfrutaremos de todas las bendiciones del paraíso espiritual. También disfrutaremos de vivir en un paraíso literal bajo el Reino de Dios. En ese tiempo, Jehová nos seguirá moldeando y educando de maneras tan maravillosas que hoy día ni siquiera podemos imaginar (Isaías 11:9). Dios también hará que nuestra mente y nuestro cuerpo sean perfectos. Entonces se nos hará más fácil aprender de él y obedecerle a la perfección. Por eso, sigamos dejando que Jehová nos moldee. Demostrémosle que agradecemos que nos demuestre su amor de esta manera (Proverbios 3:11, 12).
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(Isaías 11:6-8) 6  Y el lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. 7  Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. 8  Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado.
(Colosenses 3:9-10) 9  No estén mintiéndose unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, 10  y vístanse de la nueva [personalidad], que mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado,
(Juan 13:35) 35  En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”.
(Santiago 4:8) 8  Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.
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(Isaías 11:9) 9  No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar.
(Proverbios 3:11-12) 11  La disciplina de Jehová, oh hijo mío, no rechaces; y no aborrezcas su censura, 12  porque Jehová censura al que ama, aun como lo hace un padre a un hijo en quien se complace.

CÓMO NOS MOLDEA JEHOVÁ

10. ¿Cómo reflejó Jesús la paciencia y la habilidad del Gran Alfarero?

RESPUESTA: Para entender mejor cómo nos ve Jehová, pensemos en cómo reaccionaba Jesús cuando los apóstoles cometían errores. A veces, ellos discutían sobre quién era el más importante. Jesús pudo haber pensado que eran como un barro difícil de moldear. Pero no los vio así. Él sabía que podía ayudarlos a cambiar. Les ofreció consejos con paciencia y bondad, y les dio un buen ejemplo de humildad (Marcos 9:33-37;10:37, 41-45; Lucas 22:24-27). Después de que Jesús resucitó, los apóstoles recibieron el espíritu santo y no volvieron a preocuparse por quién era el más importante. Más bien, se concentraron en hacer la obra que Jesús les mandó (Hechos 5:42).

10 Al igual que un alfarero experto, Jehová conoce el tipo y la calidad del “barro” que tiene en sus manos, y lo toma en consideración al moldearnos (lea Salmo 103:10-14). De hecho, nos ayuda de forma personalizada teniendo en cuenta nuestras debilidades, limitaciones y crecimiento espiritual. Podemos saber qué piensa Jehová de sus siervos imperfectos si nos fijamos en la reacción de Jesús ante los defectos de sus apóstoles. Ellos tenían la tendencia a discutir sobre quién era el mayor. Si hubiéramos presenciado sus acaloradas disputas, ¿habríamos pensado que eran hombres apacibles y que se les podía ayudar a cambiar? Jesús no tenía un mal concepto de ellos. Sabía que se podía moldear a sus apóstoles fieles aconsejándolos con bondad y paciencia, y poniéndoles un ejemplo de humildad (Mar. 9:33-37; 10:37, 41-45; Luc. 22:24-27). Después de la resurrección de Jesús y de recibir espíritu santo, los apóstoles dejaron de buscar un puesto prominente y se concentraron en la obra que se les había asignado (Hech. 5:42).
LENGUAJE SENCILLO: 10 Tal como un buen alfarero conoce bien el barro que moldea, Jehová nos conoce muy bien a nosotros. Sabe cuáles son nuestros defectos, nuestras limitaciones y las cosas en las que hemos mejorado como cristianos. Cuando nos moldea, él toma en cuenta estos detalles (lea Salmo 103:10-14). Para entender mejor cómo nos ve Jehová, pensemos en cómo reaccionaba Jesús cuando los apóstoles cometían errores. A veces, ellos discutían sobre quién era el más importante. Si hubiéramos estado allí, ¿qué habríamos pensado de los apóstoles? Quizás habríamos pensado que eran como un barro difícil de moldear. Pero Jesús no los vio así. Él sabía que podía ayudarlos a cambiar. ¿Cómo? Ofreciéndoles consejos con paciencia y bondad, y dándoles un buen ejemplo de humildad (Marcos 9:33-37;10:37, 41-45; Lucas 22:24-27). Después de que Jesús resucitó, los apóstoles recibieron el espíritu santo y no volvieron a preocuparse por quién era el más importante. Más bien, se concentraron en hacer la obra que Jesús les mandó (Hechos 5:42).
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(Salmos 103:10-14) 10  No ha hecho con nosotros aun conforme a nuestros pecados; ni conforme a nuestros errores ha traído sobre nosotros lo que merecemos. 11  Porque así como los cielos son más altos que la tierra, su bondad amorosa es superior para con los que le temen. 12  Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones. 13  Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. 14  Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo.
(Marcos 9:33-37) 33  Y entraron en Capernaum. Ahora bien, cuando estuvo en la casa, les hizo la pregunta: “¿Qué discutían en el camino?”. 34  Se quedaron callados, porque en el camino habían discutido entre sí sobre quién era el mayor. 35  De modo que él se sentó y llamó a los doce y les dijo: “Si alguien quiere ser el primero, tiene que ser el último de todos y ministro de todos”. 36  Y tomando a un niñito, lo puso de pie en medio de ellos y lo rodeó con los brazos y les dijo: 37  “Cualquiera que reciba a uno de tales niñitos sobre la base de mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, no me recibe a mí [solamente], sino [también] al que me envió”.
(Marcos 10:37) 37  Le dijeron: “Concédenos sentarnos, uno a tu derecha y uno a tu izquierda, en tu gloria”.
(Marcos 10:41-45) 41  Ahora bien, cuando los otros diez oyeron de esto, comenzaron a indignarse contra Santiago y Juan. 42  Mas Jesús, habiéndolos llamado a sí, les dijo: “Ustedes saben que los que parecen gobernar a las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen autoridad sobre ellas. 43  No es así entre ustedes; antes bien, el que quiera llegar a ser grande entre ustedes tiene que ser ministro de ustedes, 44  y el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser el esclavo de todos. 45  Porque aun el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”.
(Lucas 22:24-27) 24  Sin embargo, también se suscitó entre ellos una disputa acalorada sobre quién de ellos parecía ser el mayor. 25  Pero él les dijo: “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y a los que tienen autoridad sobre ellas se les llama Benefactores. 26  Ustedes, sin embargo, no han de ser así. Antes, el que sea mayor entre ustedes hágase como el más joven, y el que actúe como principal, como el que ministra. 27  Porque, ¿cuál es mayor?: ¿el que se reclina a la mesa, o el que ministra? ¿No es el que se reclina a la mesa? Mas yo estoy en medio de ustedes como el que ministra.
(Hechos 5:42) 42  Y todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.

11. a) ¿De qué manera demostró David que era como barro blando? b) ¿Cómo podemos imitarlo?

RESPUESTA a): El rey David le dijo a Jehová: “Durante las vigilias de la noche medito en ti” (Salmo 63:6). Y también escribió: “Bendeciré a Jehová, que me ha dado consejos. Realmente, durante las noches mis emociones más profundas me han corregido” (Salmo 16:7, nota). Como vemos, David era como barro blando. Él pensaba en los consejos de Jehová y dejaba que moldearan sus pensamientos y sentimientos más profundos. Hasta se dejaba moldear cuando algún consejo se le hacía difícil de aceptar (2 Samuel 12:1-13).
RESPUESTA b): A fin de imitarlo, podemos preguntarnos: “Cuando leo la Biblia, ¿medito y dejo que los consejos de Jehová moldeen mis pensamientos y sentimientos? ¿Puedo hacerlo todavía mejor?” (Salmo 1:2, 3).

11 Jehová moldea a sus siervos principalmente por medio de su Palabra, el espíritu santo y la congregación cristiana. La Biblia puede moldearnos, pero debemos leerla con atención, meditar en ella y pedirle a Jehová que nos ayude a poner en práctica sus consejos. El rey David escribió: “Cuando me he acordado de ti sobre mi canapé, durante las vigilias de la noche medito en ti” (Sal. 63:6). En otra ocasión, dijo: “Bendeciré a Jehová, que me ha dado consejos. Realmente, durante las noches mis riñones [o emociones más profundas, según la nota] me han corregido” (Sal. 16:7). David permitió que los consejos de Jehová, aunque fueran difíciles de aceptar, llegaran a lo más hondo de su ser; dejó que moldearan sus pensamientos y sentimientos más profundos (2 Sam. 12:1-13). ¡Qué ejemplo de humildad y sumisión! ¿Meditamos nosotros también en la Palabra de Dios y permitimos que llegue a lo más hondo de nuestro ser? ¿Debemos mejorar en este aspecto? (Sal. 1:2, 3).
LENGUAJE SENCILLO: 11 Hoy día, Jehová usa la Biblia, su espíritu santo y la congregación para moldearnos. Si queremos que la Biblia nos moldee, tenemos que leerla, pensar en lo que leemos y pedirle a Dios que nos ayude a obedecer. El rey David le dijo a Jehová: “Durante las vigilias de la noche medito en ti” (Salmo 63:6). Y también escribió: “Bendeciré a Jehová, que me ha dado consejos. Realmente, durante las noches mis emociones más profundas me han corregido” (Salmo 16:7, nota). Como vemos, David era como barro blando. Él pensaba en los consejos de Jehová y dejaba que moldearan sus pensamientos y sentimientos más profundos. Hasta se dejaba moldear cuando algún consejo se le hacía difícil de aceptar (2 Samuel 12:1-13). ¿Cómo podemos imitar su buen ejemplo de humildad y obediencia? Preguntémonos: “Cuando leo la Biblia, ¿medito y dejo que los consejos de Jehová moldeen mis pensamientos y sentimientos? ¿Puedo hacerlo todavía mejor?” (Salmo 1:2, 3).
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(Salmos 63:6) 6  Cuando me he acordado de ti sobre mi canapé, durante las vigilias de la noche medito en ti.
(Salmos 16:7) 7  Bendeciré a Jehová, que me ha dado consejos. Realmente, durante las noches mis riñones me han corregido.
(2 Samuel 12:1-13) 12  Y Jehová procedió a enviar a Natán a David. Por eso él entró a donde él y le dijo: “Había dos hombres que se hallaban en una ciudad, el uno rico y el otro de escasos recursos. 2  El rico tenía muchísimas ovejas y ganado vacuno; 3  pero el hombre de escasos recursos no tenía más que una cordera, una pequeña, que había comprado. Y estaba conservándola viva, y ella estaba creciendo con él y con sus hijos, todos juntos. De su bocado comía y de su copa bebía, y en su seno yacía, y vino a serle como una hija. 4  Después de un tiempo le vino una visita al hombre rico, pero él evitó tomar algo de sus propias ovejas y de su propio ganado vacuno para aderezárselo al viajero que le había venido. De modo que tomó la corderita del hombre de escasos recursos y la aderezó para el hombre que le había venido”. 5  Ante esto, la cólera de David se enardeció en gran manera contra el hombre, de modo que dijo a Natán: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová, el hombre que hizo esto merece morir! 6  Y por la cordera debe dar compensación con cuatro, como consecuencia del hecho de que ha hecho esta cosa, y porque no tuvo compasión”. 7  Entonces Natán dijo a David: “¡Tú mismo eres el hombre! Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Yo mismo te ungí por rey sobre Israel, y yo mismo te libré de la mano de Saúl. 8  Y me hallé dispuesto a darte la casa de tu señor y las esposas de tu señor en tu seno, y a darte la casa de Israel y de Judá. Y si no fuera suficiente, estaba dispuesto a añadirte cosas como estas así como otras cosas. 9  ¿Por qué despreciaste la palabra de Jehová, haciendo lo que es malo a sus ojos? A Urías el hitita lo derribaste a espada, y a su esposa la tomaste por esposa tuya, y a él lo mataste por la espada de los hijos de Ammón. 10  Y ahora una espada no se apartará de tu propia casa hasta tiempo indefinido, como consecuencia del hecho de que me despreciaste de modo que tomaste a la esposa de Urías el hitita para que llegara a ser tu esposa’. 11  Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí estoy levantando contra ti calamidad procedente de tu propia casa; y ciertamente tomaré a tus esposas ante tus mismos ojos y las daré a tu semejante, y él ciertamente se acostará con tus esposas ante los ojos de este sol. 12  Mientras que tú mismo obraste en secreto, yo, por mi parte, haré esta cosa enfrente de todo Israel y enfrente del sol’”. 13  David ahora dijo a Natán: “He pecado contra Jehová”. Ante lo cual Natán dijo a David: “Jehová, a su vez, efectivamente deja pasar tu pecado. No morirás.
(Salmos 1:2-3) 2  Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja. 3  Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que haga tendrá éxito.

12, 13. ¿Cómo usa Jehová el espíritu santo y la congregación cristiana para moldearnos?

RESPUESTA: El espíritu santo puede ayudarnos a copiar la forma de ser de Jesús y a tener las cualidades del fruto del espíritu (Gálatas 5:22, 23). Una de esas cualidades es el amor. Como nosotros amamos a Dios, queremos obedecerle y dejar que nos moldee porque sabemos que todo lo que nos manda es por nuestro bien. Además, el espíritu santo puede darnos fuerzas para no dejar que este mundo malo nos moldee (Efesios 2:2). Pensemos en el apóstol Pablo. Cuando era joven, estaba influido por los orgullosos líderes religiosos judíos. Pero el espíritu santo lo ayudó a cambiar. 
Jehová también usa a la congregación y a los ancianos para moldearnos. Por ejemplo, cuando los ancianos ven que tenemos una debilidad, tratan de ayudarnos. No nos dan consejos basados en sus propias ideas. Son humildes y le piden a Jehová que les dé entendimiento y sabiduría. Luego buscan información en la Biblia y en nuestras publicaciones para aconsejarnos bien. Así que cuando los ancianos nos den un consejo por amor sobre nuestra forma de vestir o sobre otro asunto, recordemos que eso es una prueba de que Dios nos ama. 

12 El espíritu santo puede moldearnos de varias maneras. Por ejemplo, nos ayuda a desarrollar la personalidad cristiana, que se caracteriza por el fruto del espíritu (Gál. 5:22, 23). Una de las cualidades de ese fruto es el amor. Como amamos a Jehová, queremos obedecerlo y que nos moldee, pues sabemos que sus mandamientos no son una carga. Por otra parte, el espíritu santo puede darnos fuerzas para rechazar el espíritu del mundo y no dejar que este nos moldee (Efes. 2:2). Por ejemplo, cuando el apóstol Pablo era joven, el espíritu orgulloso de los líderes religiosos judíos influyó mucho en él. Pero más tarde pudo decir: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder” (Filip. 4:13). Hagamos lo mismo que Pablo: sigamos pidiéndole a Jehová su espíritu. Él escuchará las peticiones de los mansos (Sal. 10:17).

13 Jehová usa la congregación y a los superintendentes para moldearnos a cada uno. Por ejemplo, los ancianos tratan de ayudarnos si observan que tenemos problemas espirituales. Naturalmente, no basan sus consejos en ideas humanas (Gál. 6:1). Más bien, son humildes y le piden a Jehová perspicacia y sabiduría. Después, actúan de acuerdo con sus oraciones, pues buscan en la Palabra de Dios y en las publicaciones bíblicas información relacionada con nuestra situación. Así están preparados para darnos justo lo que necesitamos. Si nos dan algún consejo con bondad y cariño —tal vez sobre nuestra manera de vestir—, ¿lo aceptaremos como una muestra del amor de Dios? Al hacerlo, demostraremos que somos como barro blando en las manos de Jehová, dispuestos a que nos moldee para nuestro bien.
LENGUAJE SENCILLO: 12 El espíritu santo también nos puede moldear de varias maneras. Por ejemplo, puede ayudarnos a copiar la forma de ser de Jesús y a tener las cualidades del fruto del espíritu (Gálatas 5:22, 23). Una de esas cualidades es el amor. Como nosotros amamos a Dios,queremos obedecerle y dejar que nos moldee porque sabemos que todo lo que nos manda es por nuestro bien. Además, el espíritu santo puede darnos fuerzas para no dejar que este mundo malo nos moldee (Efesios 2:2). Pensemos en el apóstol Pablo. Cuando era joven, estaba influido por los orgullosos líderes religiosos judíos. Pero el espíritu santo lo ayudó a cambiar. Por eso más tarde escribió: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder” (Filipenses 4:13). Nosotros también debemos pedirle con sinceridad a Jehová que nos dé espíritu santo, y él responderá nuestras oraciones (Salmo 10:17).
13 Jehová también usa a la congregación y a los ancianos para moldearnos. Por ejemplo, cuando los ancianos ven que tenemos una debilidad, tratan de ayudarnos. Pero no nos dan consejos basados en sus propias ideas (Gálatas 6:1). Más bien, son humildes y le piden a Jehová que les dé entendimiento y sabiduría. Luego buscan información en la Biblia y en nuestras publicaciones para aconsejarnos bien. Así que cuando los ancianos nos den un consejo por amor sobre nuestra forma de vestir o sobre otro asunto, recordemos que eso es una prueba de que Dios nos ama. Si seguimos sus consejos, seremos como barro blando que Jehová puede moldear. Y eso nos beneficiará.
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(Gálatas 5:22-23) 22  Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, 23  apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.
(Efesios 2:2) 2  en los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.
(Filipenses 4:13) 13  Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.
(Salmos 10:17) 17  El deseo de los mansos ciertamente oirás, oh Jehová. Prepararás el corazón de ellos. Prestarás atención con tu oído,
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(Gálatas 6:1) 6  Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado.

14. Aunque Jehová tiene autoridad sobre el barro, ¿cómo respeta nuestra libertad de decidir?

RESPUESTA: En tiempos bíblicos, antes de que un alfarero moldeara el barro, poco a poco tenía que limpiarlo y quitarle las piedras. En el caso de Jehová, él ayuda a las personas que quieren dejarse moldear como barro. Pero siempre respeta su libertad de decidir. No las obliga a cambiar. Más bien, poco a poco les enseña cuáles son sus normas y deja que decidan si van a cambiar.

14 Entender cómo nos moldea Jehová nos puede ayudar a llevarnos bien con los hermanos y a tener una actitud positiva hacia las personas del territorio y los que estudian la Biblia con nosotros. En tiempos bíblicos, los alfareros no recogían un poco de barro y se ponían a darle forma enseguida. Antes lo preparaban. Como parte de esa preparación, quitaban las piedras y las impurezasEn sentido espiritual, Dios ayuda a quienes desean prepararse para que él los moldee. Jehová no los obliga a cambiar. Les revela sus justas normas para que, si lo desean, hagan cambios y tengan vidas limpias.
LENGUAJE SENCILLO: 14 Si entendemos cómo nos moldea Jehová, nos llevaremos mejor con nuestros hermanos. Además, seremos más positivos con las personas del territorio y con nuestros estudiantes de la Biblia. En tiempos bíblicos, antes de que un alfarero moldeara el barro, poco a poco tenía que limpiarlo y quitarle las piedras. En el caso de Jehová, él ayuda a las personas que quieren dejarse moldear como barro. Pero siempre respeta su libertad de decidir. No las obliga a cambiar. Más bien, poco a poco les enseña cuáles son sus normas y deja que decidan si van a cambiar.

15, 16. ¿Cómo demuestran los estudiantes de la Biblia que quieren que Jehová los moldee? Ponga un ejemplo.

RESPUESTA: Cuando empezó a estudiar la Biblia, Tessie, una hermana que vive en Australia, se le hizo fácil entender lo que iba aprendiendo. Pero no hacía cambios en su vida ni iba a las reuniones. La Testigo que le enseñaba de la Biblia oró a Jehová y decidió dejar de darle clases. Entonces pasó algo sorprendente. Mientras estudiaban, Tessie le explicó a la Testigo por qué no estaba haciendo cambios. Le dijo que se sentía hipócrita porque le encantaba jugar por dinero. Pero entonces le dijo que había decidido no volver a jugar. Poco después, Tessie empezó a ir a las reuniones y a mostrar cualidades cristianas, a pesar de que sus anteriores amigos se burlaban de ella. Con el tiempo se bautizó y se hizo precursora regular incluso mientras tenía hijos pequeños. 

15 Piense en el ejemplo de Tessie, de Australia. La hermana que estudió la Biblia con ella cuenta: “Tessie aprendió las enseñanzas bíblicas con facilidad. Sin embargo, no progresaba mucho espiritualmente. Ni siquiera asistía a las reuniones. Por eso, después de pensar detenidamente en el asunto y pedirle ayuda a Jehová, decidí dejar de estudiar con ella. Entonces pasó algo sorprendente. En la que yo pensaba que sería la última sesión de estudio, Tessie me abrió su corazón. Me dijo que se sentía hipócrita porque le encantaba apostar, pero que había decidido dejar de hacerlo”.
16 Poco después, Tessie empezó a ir a las reuniones y a demostrar cualidades cristianas, aunque sus amistades se burlaban de ella. La hermana añade: “Tessie se bautizó más tarde. Con el tiempo, se hizo precursora regular, y eso que tenía hijos pequeños”. Cuando los estudiantes de la Biblia empiezan a limpiar sus vidas para agradar a Dios, Jehová se acerca a ellos y los moldea para convertirlos en vasijas verdaderamente valiosas.
LENGUAJE SENCILLO: 15 Veamos el caso de Tessie, una hermana que vive en Australia. Cuando empezó a estudiar la Biblia, se le hizo fácil entender lo que iba aprendiendo. Pero no hacía cambios en su vida ni iba a las reuniones. La Testigo que le enseñaba de la Biblia oró a Jehová y decidió dejar de darle clases. Entonces pasó algo sorprendente. Mientras estudiaban, Tessie le explicó a la Testigo por qué no estaba haciendo cambios. Le dijo que se sentía hipócrita porque le encantaba jugar por dinero. Pero entonces le dijo que había decidido no volver a jugar.
16 Poco después, Tessie empezó a ir a las reuniones y a mostrar cualidades cristianas, a pesar de que sus anteriores amigos se burlaban de ella. Con el tiempo se bautizó y se hizo precursora regular incluso mientras tenía hijos pequeños. Sin duda, cuando un estudiante de la Biblia empieza a hacer cambios en su vida, Jehová se acerca a él y lo moldea para que llegue a ser como una vasija muy valiosa.

17. a) ¿Por qué le agrada a usted que Jehová sea su Alfarero? b) ¿Qué veremos en el siguiente artículo?

RESPUESTA a): Jehová nos da consejos para moldearnos con paciencia, y luego se fija con atención en cómo reaccionamos (Salmo 32:8). Así podemos ver que Jehová se interesa en cada uno de nosotros y que nos va moldeando con cuidado. 
RESPUESTA b): ¿Qué nos ayudará a seguir siendo como barro que Jehová puede moldear? ¿Qué debemos evitar si no queremos ser como barro que no se puede moldear? ¿Y cómo pueden los padres colaborar con Jehová para moldear a sus hijos? Lo veremos en el siguiente artículo.

17 En la actualidad, todavía hay lugares donde se trabaja la cerámica a mano y los alfareros están en contacto continuo con el barro. De igual modo, nuestro Alfarero está pendiente de nosotros y nos moldea con paciencia, dándonos consejos y viendo cómo reaccionamos (lea Salmo 32:8). ¿Percibimos el interés personal de Jehová? ¿Vemos cómo sigue moldeándonos con cariño? Si es así, ¿qué otras cualidades nos ayudarán a seguir siendo barro blando en las manos de Jehová? ¿Qué tendencias debemos evitar para no convertirnos en un material duro e inflexible? ¿Y cómo pueden los padres colaborar con Jehová al moldear a sus hijos? El siguiente artículo contestará estas preguntas.
LENGUAJE SENCILLO: 17 Hoy día hay lugares donde los alfareros todavía crean preciosas vasijas moldeando el barro con sus propias manos. De forma parecida, Jehová nos da consejos para moldearnos con paciencia, y luego se fija con atención en cómo reaccionamos (lea Salmo 32:8).¿Vemos que Jehová se interesa en cada uno de nosotros? ¿Notamos cómo nos va moldeando con cuidado? ¿Qué nos ayudará a seguir siendo como barro que Jehová puede moldear? ¿Qué debemos evitar si no queremos ser como barro que no se puede moldear? ¿Y cómo pueden los padres colaborar con Jehová para moldear a sus hijos? Lo veremos en el siguiente artículo.
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(Salmos 32:8) 8  “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo sobre ti.

¿QUÉ SIGNIFICA?
·         Jehová es nuestro Alfarero: Él usa la Biblia, su espíritu santo y la congregación para moldearnos, o sea, para ayudarnos a cambiar y a ser mejores personas.

¿QUÉ RESPUESTA DARÍA? 
¿Cómo escoge Jehová a quiénes moldeará? RESPUESTA: Jehová no se fija en las apariencias cuando nos observa, sino más bien, examina el corazón, es decir, lo que somos por dentro, como fue el caso de Saulo, que "era blasfemo, perseguidor y hombre insolente". Sin embargo, Jehová, como el Examinador de corazones, notó que podía ser moldeado y ayudarlo a convertirse en alguien valioso para cumplir su propósito.
¿Por qué moldea Jehová a su pueblo? RESPUESTA: Jehová moldea pacientemente a su pueblo porque nos ama. Él no desea que suframos, sino que, seamos sabios y felices. Que vivamos eternamente y que además, correspondamos a ese amor. 
¿Cómo moldea Dios a los que se someten a él? RESPUESTA: Lo hace de manera personalizada. Con paciencia, cariño y tiene en cuenta nuestras limitaciones y nuestras debilidades. 



Leer más: http://enteramente-capaces-de-comprende.webnode.mx/reuniones/atalaya/
13 Jehová usa la congregación y a los superintendentes para moldearnos a cada uno. Por ejemplo, los ancianos tratan de ayudarnos si observan que tenemos problemas espirituales. Naturalmente, no basan sus consejos en ideas humanas (Gál. 6:1). Más bien, son humildes y le piden a Jehová perspicacia y sabiduría. Después, actúan de acuerdo con sus oraciones, pues buscan en la Palabra de Dios y en las publicaciones bíblicas información relacionada con nuestra situación. Así están preparados para darnos justo lo que necesitamos. Si nos dan algún consejo con bondad y cariño —tal vez sobre nuestra manera de vestir—, ¿lo aceptaremos como una muestra del amor de Dios? Al hacerlo, demostraremos que somos como barro blando en las manos de Jehová, dispuestos a que nos moldee para nuestro bien.
LENGUAJE SENCILLO: 12 El espíritu santo también nos puede moldear de varias maneras. Por ejemplo, puede ayudarnos a copiar la forma de ser de Jesús y a tener las cualidades del fruto del espíritu (Gálatas 5:22, 23). Una de esas cualidades es el amor. Como nosotros amamos a Dios,queremos obedecerle y dejar que nos moldee porque sabemos que todo lo que nos manda es por nuestro bien. Además, el espíritu santo puede darnos fuerzas para no dejar que este mundo malo nos moldee (Efesios 2:2). Pensemos en el apóstol Pablo. Cuando era joven, estaba influido por los orgullosos líderes religiosos judíos. Pero el espíritu santo lo ayudó a cambiar. Por eso más tarde escribió: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder” (Filipenses 4:13). Nosotros también debemos pedirle con sinceridad a Jehová que nos dé espíritu santo, y él responderá nuestras oraciones (Salmo 10:17).
13 Jehová también usa a la congregación y a los ancianos para moldearnos. Por ejemplo, cuando los ancianos ven que tenemos una debilidad, tratan de ayudarnos. Pero no nos dan consejos basados en sus propias ideas (Gálatas 6:1). Más bien, son humildes y le piden a Jehová que les dé entendimiento y sabiduría. Luego buscan información en la Biblia y en nuestras publicaciones para aconsejarnos bien. Así que cuando los ancianos nos den un consejo por amor sobre nuestra forma de vestir o sobre otro asunto, recordemos que eso es una prueba de que Dios nos ama. Si seguimos sus consejos, seremos como barro blando que Jehová puede moldear. Y eso nos beneficiará.
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(Gálatas 5:22-23) 22  Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, 23  apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.
(Efesios 2:2) 2  en los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.
(Filipenses 4:13) 13  Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.
(Salmos 10:17) 17  El deseo de los mansos ciertamente oirás, oh Jehová. Prepararás el corazón de ellos. Prestarás atención con tu oído,
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(Gálatas 6:1) 6  Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado.

14. Aunque Jehová tiene autoridad sobre el barro, ¿cómo respeta nuestra libertad de decidir?

RESPUESTA: En tiempos bíblicos, antes de que un alfarero moldeara el barro, poco a poco tenía que limpiarlo y quitarle las piedras. En el caso de Jehová, él ayuda a las personas que quieren dejarse moldear como barro. Pero siempre respeta su libertad de decidir. No las obliga a cambiar. Más bien, poco a poco les enseña cuáles son sus normas y deja que decidan si van a cambiar.

14 Entender cómo nos moldea Jehová nos puede ayudar a llevarnos bien con los hermanos y a tener una actitud positiva hacia las personas del territorio y los que estudian la Biblia con nosotros. En tiempos bíblicos, los alfareros no recogían un poco de barro y se ponían a darle forma enseguida. Antes lo preparaban. Como parte de esa preparación, quitaban las piedras y las impurezasEn sentido espiritual, Dios ayuda a quienes desean prepararse para que él los moldee. Jehová no los obliga a cambiar. Les revela sus justas normas para que, si lo desean, hagan cambios y tengan vidas limpias.
LENGUAJE SENCILLO: 14 Si entendemos cómo nos moldea Jehová, nos llevaremos mejor con nuestros hermanos. Además, seremos más positivos con las personas del territorio y con nuestros estudiantes de la Biblia. En tiempos bíblicos, antes de que un alfarero moldeara el barro, poco a poco tenía que limpiarlo y quitarle las piedras. En el caso de Jehová, él ayuda a las personas que quieren dejarse moldear como barro. Pero siempre respeta su libertad de decidir. No las obliga a cambiar. Más bien, poco a poco les enseña cuáles son sus normas y deja que decidan si van a cambiar.

15, 16. ¿Cómo demuestran los estudiantes de la Biblia que quieren que Jehová los moldee? Ponga un ejemplo.

RESPUESTA: Cuando empezó a estudiar la Biblia, Tessie, una hermana que vive en Australia, se le hizo fácil entender lo que iba aprendiendo. Pero no hacía cambios en su vida ni iba a las reuniones. La Testigo que le enseñaba de la Biblia oró a Jehová y decidió dejar de darle clases. Entonces pasó algo sorprendente. Mientras estudiaban, Tessie le explicó a la Testigo por qué no estaba haciendo cambios. Le dijo que se sentía hipócrita porque le encantaba jugar por dinero. Pero entonces le dijo que había decidido no volver a jugar. Poco después, Tessie empezó a ir a las reuniones y a mostrar cualidades cristianas, a pesar de que sus anteriores amigos se burlaban de ella. Con el tiempo se bautizó y se hizo precursora regular incluso mientras tenía hijos pequeños. 

15 Piense en el ejemplo de Tessie, de Australia. La hermana que estudió la Biblia con ella cuenta: “Tessie aprendió las enseñanzas bíblicas con facilidad. Sin embargo, no progresaba mucho espiritualmente. Ni siquiera asistía a las reuniones. Por eso, después de pensar detenidamente en el asunto y pedirle ayuda a Jehová, decidí dejar de estudiar con ella. Entonces pasó algo sorprendente. En la que yo pensaba que sería la última sesión de estudio, Tessie me abrió su corazón. Me dijo que se sentía hipócrita porque le encantaba apostar, pero que había decidido dejar de hacerlo”.
16 Poco después, Tessie empezó a ir a las reuniones y a demostrar cualidades cristianas, aunque sus amistades se burlaban de ella. La hermana añade: “Tessie se bautizó más tarde. Con el tiempo, se hizo precursora regular, y eso que tenía hijos pequeños”. Cuando los estudiantes de la Biblia empiezan a limpiar sus vidas para agradar a Dios, Jehová se acerca a ellos y los moldea para convertirlos en vasijas verdaderamente valiosas.
LENGUAJE SENCILLO: 15 Veamos el caso de Tessie, una hermana que vive en Australia. Cuando empezó a estudiar la Biblia, se le hizo fácil entender lo que iba aprendiendo. Pero no hacía cambios en su vida ni iba a las reuniones. La Testigo que le enseñaba de la Biblia oró a Jehová y decidió dejar de darle clases. Entonces pasó algo sorprendente. Mientras estudiaban, Tessie le explicó a la Testigo por qué no estaba haciendo cambios. Le dijo que se sentía hipócrita porque le encantaba jugar por dinero. Pero entonces le dijo que había decidido no volver a jugar.
16 Poco después, Tessie empezó a ir a las reuniones y a mostrar cualidades cristianas, a pesar de que sus anteriores amigos se burlaban de ella. Con el tiempo se bautizó y se hizo precursora regular incluso mientras tenía hijos pequeños. Sin duda, cuando un estudiante de la Biblia empieza a hacer cambios en su vida, Jehová se acerca a él y lo moldea para que llegue a ser como una vasija muy valiosa.

17. a) ¿Por qué le agrada a usted que Jehová sea su Alfarero? b) ¿Qué veremos en el siguiente artículo?

RESPUESTA a): Jehová nos da consejos para moldearnos con paciencia, y luego se fija con atención en cómo reaccionamos (Salmo 32:8). Así podemos ver que Jehová se interesa en cada uno de nosotros y que nos va moldeando con cuidado. 
RESPUESTA b): ¿Qué nos ayudará a seguir siendo como barro que Jehová puede moldear? ¿Qué debemos evitar si no queremos ser como barro que no se puede moldear? ¿Y cómo pueden los padres colaborar con Jehová para moldear a sus hijos? Lo veremos en el siguiente artículo.

17 En la actualidad, todavía hay lugares donde se trabaja la cerámica a mano y los alfareros están en contacto continuo con el barro. De igual modo, nuestro Alfarero está pendiente de nosotros y nos moldea con paciencia, dándonos consejos y viendo cómo reaccionamos (lea Salmo 32:8). ¿Percibimos el interés personal de Jehová? ¿Vemos cómo sigue moldeándonos con cariño? Si es así, ¿qué otras cualidades nos ayudarán a seguir siendo barro blando en las manos de Jehová? ¿Qué tendencias debemos evitar para no convertirnos en un material duro e inflexible? ¿Y cómo pueden los padres colaborar con Jehová al moldear a sus hijos? El siguiente artículo contestará estas preguntas.
LENGUAJE SENCILLO: 17 Hoy día hay lugares donde los alfareros todavía crean preciosas vasijas moldeando el barro con sus propias manos. De forma parecida, Jehová nos da consejos para moldearnos con paciencia, y luego se fija con atención en cómo reaccionamos (lea Salmo 32:8).¿Vemos que Jehová se interesa en cada uno de nosotros? ¿Notamos cómo nos va moldeando con cuidado? ¿Qué nos ayudará a seguir siendo como barro que Jehová puede moldear? ¿Qué debemos evitar si no queremos ser como barro que no se puede moldear? ¿Y cómo pueden los padres colaborar con Jehová para moldear a sus hijos? Lo veremos en el siguiente artículo.
- 17 -
(Salmos 32:8) 8  “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo sobre ti.

¿QUÉ SIGNIFICA?
·         Jehová es nuestro Alfarero: Él usa la Biblia, su espíritu santo y la congregación para moldearnos, o sea, para ayudarnos a cambiar y a ser mejores personas.

¿QUÉ RESPUESTA DARÍA? 
¿Cómo escoge Jehová a quiénes moldeará? RESPUESTA: Jehová no se fija en las apariencias cuando nos observa, sino más bien, examina el corazón, es decir, lo que somos por dentro, como fue el caso de Saulo, que "era blasfemo, perseguidor y hombre insolente". Sin embargo, Jehová, como el Examinador de corazones, notó que podía ser moldeado y ayudarlo a convertirse en alguien valioso para cumplir su propósito.
¿Por qué moldea Jehová a su pueblo? RESPUESTA: Jehová moldea pacientemente a su pueblo porque nos ama. Él no desea que suframos, sino que, seamos sabios y felices. Que vivamos eternamente y que además, correspondamos a ese amor. 
¿Cómo moldea Dios a los que se someten a él? RESPUESTA: Lo hace de manera personalizada. Con paciencia, cariño y tiene en cuenta nuestras limitaciones y nuestras debilidades. 







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