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" Estudio de la Atalaya " ( Respuestas Practicas )

ESTUDIO DE LA ATALAYA (22 a 28 de agosto)


En la antigüedad, hubo siervos fieles de Dios que dijeron o hicieron cosas que lastimaron a otros. ¿Qué aprendemos de estos ejemplos de la Biblia?

“Continúen [...] perdonándose liberalmente unos a otros” (COL. 3:13).

CANCIONES 121 75

¿QUÉ CONTESTARÍA?
¿Por qué es especial la organización de Dios?
¿Cómo muestra la Biblia que todos somos imperfectos?
¿Cómo debemos reaccionar ante nuestros errores y los de los demás?




1, 2. ¿Qué profetizó Jehová sobre el crecimiento de su pueblo?

RESPUESTA: Dios dio esta profecía sobre el crecimiento de su pueblo: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo” (Isaías 60:22). 

LA ORGANIZACIÓN que componen los testigos de Jehová es excepcional. Es cierto que sus miembros son humanos imperfectos, que cometen errores. Sin embargo, el espíritu santo ha hecho posible que la congregación mundial crezca y prospere. Los siervos fieles de Dios están dispuestos a seguir su guía, pero no son perfectos. Con todo, Jehová ha conseguido cosas maravillosas con ellos.
En 1914, cuando empezaron los últimos días de este sistema de cosas, los siervos de Dios eran un grupo relativamente pequeño. Pero Jehová bendijo sus esfuerzos en la predicación. En las décadas siguientes, millones de personas aprendieron las enseñanzas de la Biblia y se hicieron testigos de Jehová. De hecho, Dios ya había predicho este crecimiento impresionante: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo” (Is. 60:22). Sin duda, esta profecía se ha cumplido en los últimos días. Hoy, el número de Testigos es mayor que el de la población de muchos países.
LENGUAJE SENCILLO: HOY día existe un grupo organizado de personas que aman a Dios y quieren servirle. Se les conoce como testigos de Jehová. Es cierto que cometen errores, pero Jehová los guía y los bendice con su espíritu santo. Veamos cómo lo ha hecho.
En 1914, muy pocas personas adoraban a Jehová. Pero como él ha bendecido la predicación, millones de personas han conocido la verdad de la Biblia y se han hecho testigos de Jehová. Dios dio esta profecía sobre el crecimiento de su pueblo: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo” (Isaías 60:22). No tenemos ninguna duda de que esta profecía se está cumpliendo en nuestros días. El pueblo de Jehová es como una gran nación que tiene más de ocho millones de habitantes. Así que tenemos más habitantes que muchos países del mundo.
(Isaías 60:22) 22  El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.”


3. ¿De qué manera ha demostrado amor el pueblo de Dios?

RESPUESTA: En nuestros tiempos, el pueblo de Jehová ha demostrado amor incluso cuando hay guerras. Por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial murieron unos 55 millones de personas. Pero los Testigos no mataron a nadie en esa guerra (Miqueas 4:1, 3). Esto los ha ayudado a permanecer limpios “de la sangre de todo hombre” (Hechos 20:26).

En este tiempo del fin, Jehová también ha ayudado a su pueblo a desarrollar amor, la cualidad principal de su personalidad (1 Juan 4:8). Jesús, quien imitó el ejemplo de amor de Dios, dijo a sus discípulos: “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros [...]. En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:34, 35). Esto ha resultado ser muy importante en nuestra época, pues las naciones se han involucrado en guerras terribles a una escala sin precedentes. Por ejemplo, solo en la Segunda Guerra Mundial murieron unos 55 millones de personas. No obstante, los testigos de Jehová no participaron en esa matanza (lea Miqueas 4:1, 3). Así el pueblo de Dios ha podido permanecer “limpio de la sangre de todo hombre” (Hech. 20:26).
LENGUAJE SENCILLO: 3 En estos últimos días, Jehová les ha ayudado a sus siervos a hacer más fuerte el amor que se tienen. “Dios es amor” y quiere que sus siervos sigan su ejemplo (1 Juan 4:8). Jesús les mandó a sus discípulos que se amaran unos a otros. Y también les dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:34, 35). En nuestros tiempos, el pueblo de Jehová ha demostrado amor incluso cuando hay guerras. Por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial murieron unos 55 millones de personas. Pero los Testigos no mataron a nadie en esa guerra (lea Miqueas 4:1, 3). Esto los ha ayudado a permanecer limpios “de la sangre de todo hombre” (Hechos 20:26).
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(1 Juan 4:8) 8  El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.
(Juan 13:34-35) 34  Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. 35  En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”.
(Miqueas 4:1) 4  Y en la parte final de los días tiene que suceder [que] la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir pueblos.
(Miqueas 4:3) 3  Y él ciertamente dictará el fallo entre muchos pueblos, y enderezará los asuntos respecto a poderosas naciones lejanas. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzarán espada, nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.
(Hechos 20:26) 26  Por eso los llamo para que este mismo día sean testigos de que estoy limpio de la sangre de todo hombre,


4. ¿Por qué es significativo el crecimiento del pueblo de Dios?

RESPUESTA: El pueblo de Dios sigue creciendo aunque tiene un enemigo muy poderoso. Este enemigo es Satanás, “el dios de este sistema de cosas” (2 Corintios 4:4). Satanás controla las organizaciones políticas de este mundo y los medios de comunicación, y a través de ellos intenta detener la predicación. Pero él no puede parar esta obra. 

El pueblo de Dios prospera a pesar de la fuerte oposición del mundo que, según la Biblia, está gobernado por Satanás, “el dios de este sistema de cosas” (2 Cor. 4:4). Él utiliza las organizaciones políticas del mundo y los medios de comunicación. Es cierto que no puede detener la predicación de las buenas nuevas, pero como sabe que le queda muy poco tiempo, intenta alejar a la gente de la adoración verdadera. Para ello, se vale de distintos métodos (Rev. 12:12).
LENGUAJE SENCILLO: 4 Hoy día, el pueblo de Dios sigue creciendo aunque tiene un enemigo muy poderoso. Este enemigo es Satanás, “el dios de este sistema de cosas” (2 Corintios 4:4). Satanás controla las organizaciones políticas de este mundo y los medios de comunicación, y a través de ellos intenta detener la predicación. Pero él no puede parar esta obra. Sabe que le queda “un corto espacio de tiempo”, y por eso sigue intentando que dejemos de servirle a Jehová (Revelación 12:12).
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(2 Corintios 4:4) 4  entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no pase [a ellos] la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios.
(Revelación 12:12) 12  A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”.


UNA PRUEBA DE LEALTAD

5. ¿Por qué pueden lastimarnos otros a veces? (Vea el dibujo del principio).

RESPUESTA: La Biblia nos dice que todos nacemos imperfectos por culpa del pecado de Adán (Romanos 5:12, 19). Por esta razón, quizás algún hermano en la congregación haga o diga algo que nos hiera.

En la congregación cristiana se le da mucha importancia a amar a Dios y al prójimo. Y Jesús dijo que eso sería así. Cuando le preguntaron cuál era el mandamiento más grande, respondió: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’” (Mat. 22:35-39). Sin embargo, la Biblia deja claro que todos nacemos imperfectos debido al pecado de Adán (lea Romanos 5:12, 19). Por esa razón, es posible que alguna vez un hermano diga o haga algo que nos lastime. Eso puede poner a prueba nuestro amor por Jehová y por su pueblo. ¿Qué haremos entonces? Incluso siervos fieles de Dios del pasado dijeron o hicieron cosas que lastimaron a otros, y podemos aprender lecciones de esos relatos de la Biblia.
LENGUAJE SENCILLO: 5 Los siervos de Dios sabemos que es muy importante amar a Dios y a las demás personas. Jesús dijo: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’” (Mateo 22:35-39). Pero la Biblia nos dice que todos nacemos imperfectos por culpa del pecado de Adán (lea Romanos 5:12, 19).Por esta razón, quizás algún hermano en la congregación haga o diga algo que nos hiera. ¿Qué haremos? ¿Se mantendrá fuerte nuestro amor por Jehová? ¿Seremos leales a él y a su pueblo? (Vea el recuadro “¿Qué significa?”). La Biblia habla de algunos siervos de Dios que dijeron o hicieron cosas que hirieron a otros. Veamos qué podemos aprender de lo que les pasó a ellos.
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(Mateo 22:35-39) 35  Y uno de ellos, versado en la Ley, preguntó, para probarlo: 36  “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”. 37  Él le dijo: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. 38  Este es el más grande y el primer mandamiento. 39  El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’.
(Romanos 5:12) 12  Por eso, así como por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado...
(Romanos 5:19) 19  Porque así como mediante la desobediencia del solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también, mediante la obediencia de la sola [persona] muchos serán constituidos justos.



Si hubiera vivido en Israel en los días de Elí y sus hijos, ¿cómo habría reaccionado? (Vea el párrafo 6).

6. ¿Qué error cometió Elí?

RESPUESTA: La Biblia dice que los hijos de Elí eran malos y no respetaban a Jehová (1 Samuel 2:12). Elí sabía que sus hijos estaban haciendo cosas muy malas. Pero cometió el error de no disciplinarlos como debía.

Por ejemplo, el sumo sacerdote Elí tenía dos hijos que no respetaban las leyes de Jehová. La Biblia dice: “Los hijos de Elí eran hombres que no servían para nada; no reconocían a Jehová” (1 Sam. 2:12). Elí ejercía un papel muy importante en la adoración verdadera, pero sus dos hijos cometieron pecados muy graves. Él lo sabía, y tendría que haberlos disciplinado; pero fue permisivo. Por eso, Dios castigó a la casa de Elí (1 Sam. 3:10-14). Con el tiempo, sus descendientes dejaron de ser sumos sacerdotes. Si hubiéramos vivido en los días de Elí, ¿cómo habríamos reaccionado al ver que toleraba los pecados de sus hijos? ¿Habríamos tropezado y hasta dejado de servir a Jehová?
LENGUAJE SENCILLO: 6 Pensemos en el caso de Elí. Él era sumo sacerdote en Israel, y sus dos hijos no obedecían las normas de Jehová. La Biblia dice que los hijos de Elí eran malos y no respetaban a Jehová (1 Samuel 2:12). Elí sabía que sus hijos estaban haciendo cosas muy malas. Pero cometió el error de no disciplinarlos como debía. Con el tiempo, Jehová castigó a Elí y a sus dos hijos. Y además, no dejó que ningún descendiente de Elí fuera sumo sacerdote (1 Samuel 3:10-14). Imaginémonos que estamos viviendo en los días de Elí y nos damos cuenta de que él está dejando que sus hijos hagan cosas muy malas. ¿Qué haríamos? ¿Dejaríamos que nuestra fe en Jehová se hiciera débil y lo abandonaríamos?
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(1 Samuel 2:12) 12  Ahora bien, los hijos de Elí eran hombres que no servían para nada; no reconocían a Jehová.
(1 Samuel 3:10-14) 10  Entonces vino Jehová y tomó su posición, y llamó como las otras veces: “¡Samuel, Samuel!”. A lo cual dijo Samuel: “Habla, porque tu siervo está escuchando”. 11  Y Jehová pasó a decir a Samuel: “¡Mira! Estoy haciendo algo en Israel que, si alguien lo oye, ambos oídos le retiñirán. 12  En aquel día llevaré a cabo para con Elí todo lo que he dicho respecto a su casa, desde el principio hasta el fin. 13  Y tienes que informarle que estoy juzgando su casa hasta tiempo indefinido por el error del cual él ha sabido, porque sus hijos están invocando el mal contra Dios, y él no los ha reprendido. 14  Y por eso he jurado a la casa de Elí que el error de la casa de Elí no será llevado a exención de castigo por sacrificio ni por ofrenda, hasta tiempo indefinido”.




7. a) ¿Qué pecado grave cometió David? b) ¿Qué hizo Dios al respecto?

RESPUESTA a): Por ejemplo, una vez tuvo relaciones sexuales con la esposa de uno de sus soldados, que se llamaba Urías y estaba en una batalla. La mujer quedó embarazada. Como David no quería que nadie supiera lo que había hecho, mandó llamar a Urías para convencerlo de que fuera a su casa. David esperaba que él tuviera relaciones con su esposa. Así la gente pensaría que el hijo era de Urías. Pero Urías no quiso ir a su casa. Así que David hizo planes para que muriera en otra batalla.
RESPUESTA b): Jehová le tuvo compasión a David y lo perdonó. Él sabía que David quería hacer lo correcto (1 Reyes 9:4). 

Jehová amaba a David y lo consideraba un hombre “agradable a su corazón” (1 Sam. 13:13, 14; Hech. 13:22). Pero después David cometió adulterio con Bat-seba, que quedó embarazada. Eso ocurrió mientras su esposo, Urías, estaba fuera sirviendo en el ejército. Cuando Urías regresó unos días a su casa, David intentó que tuviera relaciones sexuales con Bat-seba. Así parecería que Urías era el padre del niño. Pero como Urías no le hizo caso, David mandó que se le diera muerte en la batalla. David pagó muy caro el crimen que cometió: él y su familia sufrieron muchas desgracias (2 Sam. 12:9-12). Aun así, Jehová mostró misericordia a este hombre que le sirvió “con integridad de corazón” prácticamente durante toda su vida (1 Rey. 9:4). Si hubiéramos vivido en ese tiempo, ¿cómo habríamos reaccionado? ¿Nos habría hecho tropezar su mala conducta?
LENGUAJE SENCILLO: 7 Ahora hablemos de David. Él tenía muy buenas cualidades, y por eso Jehová lo quería mucho (1 Samuel 13:13, 14; Hechos 13:22). Pero hasta David cometió pecados graves. Por ejemplo, una vez tuvo relaciones sexuales con la esposa de uno de sus soldados, que se llamaba Urías y estaba en una batalla. La mujer quedó embarazada. Como David no quería que nadie supiera lo que había hecho, mandó llamar a Urías para convencerlo de que fuera a su casa. David esperaba que él tuviera relaciones con su esposa. Así la gente pensaría que el hijo era de Urías. Pero Urías no quiso ir a su casa. Así que David hizo planes para que muriera en otra batalla. David y su familia sufrieron mucho por los pecados graves que él cometió (2 Samuel 12:9-12). Pero Jehová le tuvo compasión a David y lo perdonó. Él sabía que David quería hacer lo correcto (1 Reyes 9:4). Si hubiéramos vivido en ese tiempo, ¿cómo nos hubiéramos sentido por lo que hizo David? ¿Habríamos dejado de servirle a Jehová?
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(1 Samuel 13:13-14) 13  En esto Samuel dijo a Saúl: “Has obrado tontamente. No has guardado el mandamiento de Jehová tu Dios que él te mandó, porque, si lo hubieras guardado, Jehová hubiera hecho firme tu reino sobre Israel hasta tiempo indefinido. 14  Y ahora tu reino no durará. Jehová ciertamente se hallará un hombre agradable a su corazón; y Jehová lo comisionará como caudillo sobre su pueblo, porque tú no guardaste lo que Jehová te mandó”.
(Hechos 13:22) 22  Y después de removerlo, les levantó a David como rey, acerca de quien dio testimonio y dijo: ‘He hallado a David hijo de Jesé, varón agradable a mi corazón, que hará todas las cosas que yo deseo’.
(2 Samuel 12:9-12) 9  ¿Por qué despreciaste la palabra de Jehová, haciendo lo que es malo a sus ojos? A Urías el hitita lo derribaste a espada, y a su esposa la tomaste por esposa tuya, y a él lo mataste por la espada de los hijos de Ammón. 10  Y ahora una espada no se apartará de tu propia casa hasta tiempo indefinido, como consecuencia del hecho de que me despreciaste de modo que tomaste a la esposa de Urías el hitita para que llegara a ser tu esposa’. 11  Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí estoy levantando contra ti calamidad procedente de tu propia casa; y ciertamente tomaré a tus esposas ante tus mismos ojos y las daré a tu semejante, y él ciertamente se acostará con tus esposas ante los ojos de este sol. 12  Mientras que tú mismo obraste en secreto, yo, por mi parte, haré esta cosa enfrente de todo Israel y enfrente del sol’”.
(1 Reyes 9:4) 4  Y tú, si andas delante de mí, tal como anduvo David tu padre, con integridad de corazón y con rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis disposiciones reglamentarias y mis decisiones judiciales,


8. a) ¿Qué promesa no cumplió Pedro? b) ¿Por qué siguió Jehová dándole responsabilidades a Pedro a pesar del error que cometió?

RESPUESTA a): Una vez prometió que nunca dejaría a Jesús, aunque los demás lo hicieran (Marcos 14:27-31, 50). Pero después de que Jesús fue arrestado, todos los apóstoles lo dejaron, incluso Pedro. Y en tres ocasiones diferentes Pedro negó conocer a Jesús (Marcos 14:53, 54, 66-72).
RESPUESTA b): Pedro se sintió muy triste por lo que había hecho. Por eso Jehová lo perdonó y siguió dándole responsabilidades. 

Otro ejemplo es el de Pedro. Jesús lo había elegido para ser uno de sus apóstoles. Sin embargo, a veces Pedro dijo o hizo cosas que después lamentó. Por ejemplo, en un momento crítico, los apóstoles abandonaron a Jesús. Con anterioridad, Pedro había dicho que él nunca haría eso, aunque los demás lo hicieran (Mar. 14:27-31, 50). Pero cuando arrestaron a Jesús, todos los apóstoles lo abandonaron, incluido Pedro. Por si fuera poco, llegó a negar varias veces que conociera a Jesús (Mar. 14:53, 54, 66-72). No obstante, se arrepintió, y Jehová siguió contando con él. Si hubiéramos sido uno de los discípulos, ¿habríamos dejado de ser leales a Jehová por culpa de lo que hizo Pedro?
LENGUAJE SENCILLO: 8 Otro ejemplo de la Biblia es el apóstol Pedro. Jesús lo escogió como uno de sus apóstoles. Aun así, Pedro a veces dijo o hizo cosas que no estuvieron bien. Por ejemplo, una vez prometió que nunca dejaría a Jesús, aunque los demás lo hicieran (Marcos 14:27-31, 50). Pero después de que Jesús fue arrestado,todos los apóstoles lo dejaron, incluso Pedro. Y en tres ocasiones diferentes Pedro negó conocer a Jesús (Marcos 14:53, 54, 66-72). Pero Pedro se sintió muy triste por lo que había hecho. Por eso Jehová lo perdonó y siguió dándole responsabilidades. Si hubiéramos sido discípulos en ese tiempo y hubiéramos oído lo que hizo Pedro, ¿habríamos seguido confiando en Jehová?
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(Marcos 14:27-31) 27  Y Jesús les dijo: “A todos ustedes se les hará tropezar, porque está escrito: ‘Heriré al pastor, y las ovejas serán esparcidas’. 28  Pero después que yo haya sido levantado iré delante de ustedes a Galilea”. 29  Pero Pedro le dijo: “Aun si a todos los demás se les hace tropezar, sin embargo a mí no se me hará”. 30  Ante aquello, Jesús le dijo: “En verdad te digo: Hoy tú, sí, esta noche, antes que un gallo cante dos veces, hasta tú me repudiarás tres veces”. 31  Pero él se puso a decir con insistencia: “Aunque tenga que morir contigo, de ningún modo te repudiaré”. También, todos los demás decían la misma cosa.
(Marcos 14:50) 50  Y todos lo abandonaron y huyeron.
(Marcos 14:53-54) 53  Entonces condujeron a Jesús al sumo sacerdote, y se reunieron todos los sacerdotes principales y los ancianos y los escribas. 54  Mas Pedro, de lejos, lo siguió hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado junto con los servidores de la casa y calentándose delante de la brillante lumbre.
(Marcos 14:66-72) 66  Ahora bien, mientras Pedro estaba abajo en el patio, vino una de las sirvientas del sumo sacerdote, 67  y, viendo a Pedro que se calentaba, lo miró directamente y dijo: “Tú, también, estabas con el Nazareno, este Jesús”. 68  Pero él lo negó, diciendo: “Ni lo conozco, ni entiendo lo que dices”, y salió fuera al vestíbulo. 69  Allí la sirvienta, al verlo, comenzó de nuevo a decir a los que estaban de pie por allí: “Este es uno de ellos”. 70  De nuevo lo negaba. Y otra vez, después de poco, los que estaban de pie por allí se pusieron a decir a Pedro: “Ciertamente eres uno de ellos, porque, de hecho, eres galileo”. 71  Pero él comenzó a maldecir y a jurar: “No conozco a este hombre de quien hablan”. 72  E inmediatamente cantó un gallo por segunda vez; y Pedro recordó el dicho que Jesús le había hablado: “Antes que un gallo cante dos veces, me repudiarás tres veces”. Y, abatido, rompió a llorar.


9. ¿Por qué confía usted en que Dios siempre actuará con justicia?

RESPUESTA: Jehová sacar a la persona de la congregación si es necesario. Pero siempre debemos confiar en que Jehová hará lo que es justo y correcto.

Estos son solo unos pocos ejemplos de hombres que lastimaron a algunas personas. Se podrían mencionar otros muchos casos del pasado y del presente en los que siervos de Jehová hicieron algo malo que lastimó a otros. La pregunta es: ¿qué haremos si esto nos sucede? Es decir, ¿tropezaremos cuando alguien cometa un error? ¿Abandonaremos a Jehová? ¿Dejaremos a la congregación donde servimos, que también es parte del pueblo de Dios? ¿O recordaremos que Jehová puede estar dando tiempo para que se arrepientan quienes hayan actuado mal y que al final él reparará el daño y hará justicia? Por otra parte, a veces los que han cometido pecados graves rechazan la misericordia de Dios y no se arrepienten. En esos casos, ¿confiaremos en que Jehová los disciplinará con el tiempo, quizás expulsándolos de la congregación?
LENGUAJE SENCILLO: 9 ¿Qué aprendemos de estos ejemplos? Que algunos siervos de Jehová han hecho cosas malas y les han causado mucho dolor a otros. Si eso pasa ahora, ¿qué haremos? ¿Dejaremos de ir a las reuniones y dejaremos a Jehová y a su pueblo? ¿O recordaremos que Jehová es compasivo y que quizás está dándole tiempo a la persona para que se arrepienta? Pero ¿y si la persona no se arrepiente de su pecado grave? ¿Confiaremos en que Jehová sabe lo que está pasando y actuará en el momento adecuado? Él puede sacar a la persona de la congregación si es necesario. Pero siempre debemos confiar en que Jehová hará lo que es justo y correcto.


SEAMOS SIEMPRE LEALES

10. ¿Qué comprendió Jesús sobre los errores de Judas Iscariote y Pedro?

RESPUESTA: Jesús comprendía que Jehová y los demás discípulos no tenían la culpa de lo que Judas Iscariote y Pedro hicieron. Así que Jesús se mantuvo cerca de su Padre y siguió sirviéndole con lealtad. Por eso Jehová lo premió devolviéndole la vida y más adelante haciéndolo Rey del Reino en los cielos (Mateo 28:7, 18-20).

10 En la Biblia encontramos relatos de siervos de Dios que se mantuvieron leales a Jehová y a su pueblo a pesar de que hubo personas a su alrededor que cometieron errores graves. Por ejemplo, después de pasar la noche orando, Jesús eligió a los 12 apóstoles. Uno de ellos fue Judas Iscariote, quien acabó traicionándolo. Sin embargo, Jesús no permitió que eso estorbara la relación que tenía con su Padre, Jehová. Y tampoco lo permitió cuando Pedro negó conocerlo (Luc. 6:12-16; 22:2-6, 31, 32). Jesús sabía que ni Jehová ni su pueblo eran culpables de lo que habían hecho estos hombres. Él siguió realizando la obra maravillosa que Dios le había encargado, aunque algunos de sus discípulos lo decepcionaron en alguna ocasión. Jehová lo recompensó cuando lo resucitó, y así abrió el camino para que llegara a ser Rey del Reino de Dios (Mat. 28:7, 18-20).
LENGUAJE SENCILLO: 10 La Biblia habla de muchos siervos de Dios que se mantuvieron leales a él y a su pueblo aunque otros cometieron errores graves. El mejor ejemplo de ellos fue Jesús. Cuando iba a escoger a sus doce apóstoles, pasó toda una noche pidiéndole ayuda a su Padre. Pero luego lo traicionó uno de los apóstoles, Judas Iscariote. Además, el apóstol Pedro dijo que no conocía a Jesús (Lucas 6:12-16;22:2-6, 31, 32). Jesús comprendía que Jehová y los demás discípulos no tenían la culpa de lo que Judas Iscariote y Pedro hicieron. Así que Jesús se mantuvo cerca de su Padre y siguió sirviéndole con lealtad. Por eso Jehová lo premió devolviéndole la vida y más adelante haciéndolo Rey del Reino en los cielos (Mateo 28:7, 18-20).
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(Lucas 6:12-16) 12  En el transcurso de aquellos días él salió a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. 13  Pero cuando se hizo de día llamó a sí a sus discípulos y escogió doce de entre ellos, a los cuales también dio el nombre de “apóstoles”: 14  Simón, a quien también dio el nombre de Pedro, y Andrés su hermano, y Santiago y Juan, y Felipe y Bartolomé, 15  y Mateo y Tomás, y Santiago [hijo] de Alfeo, y Simón que es llamado “el celoso”, 16  y Judas [hijo] de Santiago, y Judas Iscariote, que se volvió traidor.
(Lucas 22:2-6) 2  Y los sacerdotes principales y los escribas buscaban de qué manera les sería eficaz deshacerse de él, porque temían al pueblo. 3  Pero Satanás entró en Judas, el que se llamaba Iscariote, que se contaba entre los doce; 4  y él se fue y habló con los sacerdotes principales y los capitanes [del templo] acerca de la manera eficaz de traicionarlo a ellos. 5  Pues bien, estos se regocijaron y convinieron en darle dinero en plata. 6  De modo que él consintió, y se puso a buscar una buena oportunidad para traicionarlo a ellos sin que estuviera presente una muchedumbre.
(Lucas 22:31-32) 31  ”Simón, Simón, ¡mira! Satanás ha demandado tenerlos para zarandearlos como a trigo. 32  Mas yo he hecho ruego a favor de ti para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez que hayas vuelto, fortalece a tus hermanos”.
(Mateo 28:7) 7  Y vayan de prisa y digan a sus discípulos que él ha sido levantado de entre los muertos, y, ¡miren!, va delante de ustedes a Galilea; allí lo verán. ¡Miren! Se lo he dicho”.
(Mateo 28:18-20) 18  Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19  Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20  enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.


11. ¿Qué predijo la Biblia sobre los siervos de Dios que vivieran en la actualidad?

RESPUESTA: La Biblia predijo que los siervos de Dios estarían felices “a causa de la buena condición de corazón” (Isaías 65:14).

11 Jesús tenía buenas razones para confiar en Jehová y en su pueblo, y nosotros también las tenemos. Desde luego, es impresionante ver las cosas que Jehová está logrando con sus siervos en los últimos días. Nadie más está predicando la verdad por todo el mundo, pues otros grupos no cuentan con la guía que Jehová está dando a la congregación cristiana, que le sirve en unidad. Isaías 65:14 describe la condición espiritual que tendría el pueblo de Dios: “¡Miren! Mis propios siervos clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón”.
LENGUAJE SENCILLO: 11 El ejemplo de Jesús nos enseña a ser leales a Jehová y a su pueblo. Y tenemos buenas razones para serlo. Podemos ver que Jehová nos está guiando en estos últimos días. Nos ayuda a predicar la verdad en todo el mundo. En realidad, somos los únicos que lo estamos haciendo. Además, estamos unidos y felices gracias a todo lo que Dios nos enseña. La Biblia predijo que los siervos de Dios estarían felices “a causa de la buena condición de corazón” (Isaías 65:14).
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(Isaías 65:14) 14  ¡Miren! Mis propios siervos clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón, pero ustedes mismos darán alaridos a causa del dolor de corazón y aullarán a causa de puro quebranto de espíritu.


12. ¿Cómo debemos ver los errores de los demás?

RESPUESTA: No los veamos como una razón para dejar a Jehová y a su pueblo. Eso no sería ni sabio ni justo. Más bien, seamos leales a Jehová y sigamos su guía. 

12 Los siervos de Dios están felices de poder hacer cosas buenas gracias a la guía de Jehová. En cambio, el mundo de Satanás se lamenta, por decirlo así, porque las condiciones mundiales cada vez están peor. Claro, no sería razonable ni acertado culpar a Jehová o a la congregación por los errores que cometan unos pocos. Tenemos que seguir siendo leales a Jehová y a su dirección, y aprender cómo debemos ver los errores de los demás y cómo reaccionar cuando alguien se equivoca.
LENGUAJE SENCILLO: 12 Somos muy felices porque Jehová nos guía y nos ayuda a hacer muchas cosas buenas. Las personas en el mundo de Satanás no son felices y no tienen una esperanza segura para el futuro. Así que cuando otros en la congregación cometan errores, pensemos en cómo debemos verlos y en cómo debemos reaccionar. No los veamos como una razón para dejar a Jehová y a su pueblo. Eso no sería ni sabio ni justo. Más bien, seamos leales a Jehová y sigamos su guía. Veamos cómo podemos hacerlo.


CÓMO REACCIONAR ANTE LOS ERRORES

13, 14. a) ¿Por qué debemos ser pacientes unos con otros? b) ¿Qué promesa queremos recordar?

RESPUESTA a): La Biblia dice que no debemos ofendernos con facilidad (Eclesiastés 7:9). Todos somos imperfectos y cometemos errores. Por eso debemos ser pacientes y recordar que nuestros hermanos a veces dirán o harán algo que esté mal. Además, no es bueno que sigamos pensando en los errores de los demás, porque podríamos dejar de servir a Jehová con alegría. Y lo que es peor, nuestra fe en él podría debilitarse y quizás hasta podríamos dejar la organización de Jehová. Así no podríamos servir a Jehová ni tener la esperanza de vivir en el nuevo mundo.
RESPUESTA b): “Voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón” (Isaías 65:17; 2 Pedro 3:13). Jehová nos dará estas bendiciones si seguimos siendo leales a él.

13 ¿Cómo debemos reaccionar si un siervo de Dios dice o hace algo que nos lastima? Un principio bíblico muy útil es este: “No te des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido, porque el ofenderse es lo que descansa en el seno de los estúpidos” (Ecl. 7:9). Debemos recordar que a todos nos separan seis mil años de la perfección que existió en Edén. Las personas imperfectas cometen errores. Por eso, no sería bueno esperar demasiado de nuestros hermanos ni permitir que sus fallos nos roben la alegría que sentimos por formar parte del pueblo de Dios en los últimos días. Un error todavía más grave sería permitir que esos fallos nos hicieran tropezar y acabáramos dejando la organización de Jehová. Si eso ocurriera, no solo perderíamos el honor de hacer la voluntad de Dios, sino también la esperanza de vivir en el nuevo mundo que él traerá.
14 Para conservar nuestra alegría y firme esperanza, queremos tener muy presente esta promesa tan animadora de Jehová: “¡Miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón” (Is. 65:17; 2 Ped. 3:13). No permitamos que los errores de los demás nos impidan recibir estas bendiciones.
LENGUAJE SENCILLO: 13 ¿Qué debemos hacer si un hermano dice o hace algo que nos hiere? La Biblia dice que no debemos ofendernos con facilidad (Eclesiastés 7:9). Todos somos imperfectos y cometemos errores. Por eso debemos ser pacientes y recordar que nuestros hermanos a veces dirán o harán algo que esté mal. Además, no es bueno que sigamos pensando en los errores de los demás, porque podríamos dejar de servir a Jehová con alegría. Y lo que es peor, nuestra fe en él podría debilitarse y quizás hasta podríamos dejar la organización de Jehová. Así no podríamos servir a Jehová ni tener la esperanza de vivir en el nuevo mundo.
14 Entonces, ¿qué puede ayudarnos a seguir sirviéndole a Dios con alegría cuando otros nos ofenden? Recordar siempre esta promesa animadora de Jehová: “Voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón” (Isaías 65:17; 2 Pedro 3:13). Jehová nos dará estas bendiciones si seguimos siendo leales a él.
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(Eclesiastés 7:9) 9  No te des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido, porque el ofenderse es lo que descansa en el seno de los estúpidos.
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(Isaías 65:17) 17  ”Porque, ¡miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón.
(2 Pedro 3:13) 13  Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar.


15. ¿Qué dijo Jesús que debemos hacer cuando otros cometen errores?

RESPUESTA: Por ejemplo, Jesús dijo: “Si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes”. Y cuando el apóstol Pedro le preguntó a Jesús si tenemos que perdonar “hasta siete veces”, Jesús le contestó: “Hasta setenta y siete veces”. Jesús nos enseñó que siempre debemos estar dispuestos a perdonar los errores de otros (Mateo 6:14, 15; 18:21, 22).

15 Ahora bien, como todavía no estamos en el nuevo mundo, debemos pensar cómo quiere Dios que actuemos si alguien dice o hace algo que nos lastima. Por ejemplo, un consejo que conviene recordar es lo que dijo Jesús: “Si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes”. Recordemos también que, cuando Pedro preguntó si debía perdonar “hasta siete veces”, Jesús le contestó: “No te digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y siete veces”. Es evidente que lo que quiso decir es que siempre debemos estar dispuestos a perdonar; esta debe ser nuestra inclinación natural y predominante (Mat. 6:14, 15; 18:21, 22).
LENGUAJE SENCILLO: 15 Es verdad que todavía no vivimos en el nuevo mundo. Por eso, si alguien nos ofende, pensemos en lo que Jehová quiere que hagamos. Por ejemplo, Jesús dijo: “Si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes”. Y cuando el apóstol Pedro le preguntó a Jesús si tenemos que perdonar “hasta siete veces”, Jesús le contestó: “Hasta setenta y siete veces”. Jesús nos enseñó que siempre debemos estar dispuestos a perdonar los errores de otros (Mateo 6:14, 15; 18:21, 22).
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(Mateo 6:14-15) 14  ”Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; 15  mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes.
(Mateo 18:21-22) 21  Entonces se acercó Pedro y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces ha de pecar contra mí mi hermano y he de perdonarle yo? ¿Hasta siete veces?”. 22  Jesús le dijo: “No te digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y siete veces.


16. ¿Qué buen ejemplo puso José?

RESPUESTA: Aunque los hermanos de José lo habían tratado muy mal, no los castigó. En vez de eso, los puso a prueba para ver si de verdad habían cambiado. Cuando José vio que sí habían cambiado, les dijo que él era su hermano. Años más tarde, los consoló y les dijo: “No tengan miedo. Yo mismo seguiré proveyéndoles alimento a ustedes y a sus niñitos” (Génesis 50:21).

16 José, el primero de los dos hijos que Raquel le dio a Jacob, es un buen ejemplo de cómo reaccionar ante los errores. Los 10 medio hermanos de José tenían celos de él porque era el hijo preferido de su padre, y lo vendieron como esclavo. Muchos años después, gracias a las cosas buenas que hizo en Egipto, José se convirtió en el segundo gobernante más importante del país. Cuando un hambre azotó la región, sus hermanos bajaron a Egipto para comprar comida, pero no lo reconocieron. José pudo haber usado su autoridad para vengarse por el maltrato que sus hermanos le habían dado. En vez de eso, los puso a prueba para ver si de verdad habían cambiado. Cuando vio que sí lo habían hecho, les reveló quién era y, más tarde, les dijo: “No tengan miedo. Yo mismo seguiré proveyéndoles alimento a ustedes y a sus niñitos”. El relato añade: “Así los consoló y les habló alentadoramente” (Gén. 50:21).
LENGUAJE SENCILLO: 16 El ejemplo de José nos enseña cómo debemos reaccionar cuando otros nos ofenden. José y su hermano menor eran los únicos hijos que Jacob tuvo con Raquel. Jacob tenía otros diez hijos, pero amaba a José más que a los demás. Esto hizo que los otros hermanos de José se sintieran celosos. Llegaron a tenerle tanto odio que lo vendieron como esclavo. Los amos de José se lo llevaron a Egipto. Después de muchos años, el rey de Egipto hizo que José fuera el segundo hombre más poderoso de todo el país. El rey estaba muy impresionado con todas las cosas buenas que había hecho José. Con los años, los hermanos de José fueron a comprar alimentos a Egipto porque en su país no había nada que comer. Cuando vieron a José, no lo reconocieron. Pero él sí los reconoció. Aunque ellos lo habían tratado muy mal, no los castigó. En vez de eso, los puso a prueba para ver si de verdad habían cambiado. Cuando José vio que sí habían cambiado, les dijo que él era su hermano. Años más tarde, los consoló y les dijo: “No tengan miedo. Yo mismo seguiré proveyéndoles alimento a ustedes y a sus niñitos” (Génesis 50:21).
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(Génesis 50:21) 21  Ahora pues, no tengan miedo. Yo mismo seguiré proveyéndoles alimento a ustedes y a sus niñitos”. Así los consoló y les habló alentadoramente.


17. ¿Cómo reaccionará usted cuando otros cometan un error?

RESPUESTA: Nosotros también deberíamos perdonarlos. Colosenses 3:13 nos da el siguiente consejo: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes”. Si de verdad amamos a nuestros hermanos, no seguiremos ofendidos por algo que nos hicieron en el pasado (1 Corintios 13:5). Y si nosotros los perdonamos, Jehová también nos perdonará. Por eso, seamos compasivos con los demás, tal como Jehová es compasivo con nosotros (Salmo 103:12-14).

17 Vale la pena recordar que, como todo el mundo se equivoca, quizás nosotros también ofendamos a alguien. Si nos damos cuenta de que lo hemos hecho, la Biblia nos dice que debemos hablar con la persona que hemos ofendido e intentar hacer las paces (lea Mateo 5:23, 24). Nosotros agradecemos que los demás no tengan en cuenta nuestros errores. Así que deberíamos hacer lo mismo cuando otros se equivoquen. Colosenses 3:13 declara: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes”. Además, 1 Corintios 13:5 indica que el amor cristiano “no lleva cuenta del daño”. Si tenemos la costumbre de perdonar a otros, Jehová también nos perdonará. En efecto, cuando los demás cometen errores, los cristianos imitamos a Jehová, que siempre nos trata con misericordia cuando fallamos (lea Salmo 103:12-14).
LENGUAJE SENCILLO: 17 Recordemos que como todos cometemos errores, nosotros también ofendemos a otros. Por eso, si nos damos cuenta de que hemos ofendido a alguien, sigamos los consejos de la Biblia. Pidamos perdón y tratemos de hacer las paces (lea Mateo 5:23, 24). ¿Verdad que nos gusta cuando otros nos perdonan? Pues nosotros también deberíamos perdonarlos. Colosenses 3:13nos da el siguiente consejo: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes”. Si de verdad amamos a nuestros hermanos, no seguiremos ofendidos por algo que nos hicieron en el pasado (1 Corintios 13:5). Y si nosotros los perdonamos, Jehová también nos perdonará. Por eso, seamos compasivos con los demás, tal como Jehová es compasivo con nosotros (lea Salmo 103:12-14).
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(Mateo 5:23-24) 23  ”Por eso, si estás llevando tu dádiva al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24  deja tu dádiva allí enfrente del altar, y vete; primero haz las paces con tu hermano, y luego, cuando hayas vuelto, ofrece tu dádiva.
(Colosenses 3:13) 13  Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes.
(1 Corintios 13:5) 5  no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño.
(Salmos 103:12-14) 12  Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones. 13  Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. 14  Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo.


¿QUÉ SIGNIFICA?
Mantenernos leales a Jehová y a su pueblo: Cuando otros cometen errores, no dejamos de ir a las reuniones ni abandonamos la congregación. Más bien, confiamos en que Jehová dirige la congregación y siempre hace lo que es correcto. Además, somos leales a Jehová cuando perdonamos a los demás, tal como él nos perdona.


¿Por qué es especial la organización de Dios? (1, 2, 4) Por su crecimiento. (3) Por su amor entre sí. 
¿Cómo muestra la Biblia que todos somos imperfectos? (5) La Biblia nos dice que todos nacemos imperfectos por culpa del pecado de Adán.
¿Cómo debemos reaccionar ante nuestros errores y los de los demás? (17) Si nos damos cuenta de que, debido a un error nuestro, hemos ofendido a otros, la Biblia nos dice que debemos hablar con la persona que hemos ofendido e intentar hacer las paces (Mateo 5:23, 24). Nosotros también deberíamos perdonarlos. Colosenses 3:13 nos da el siguiente consejo: “Continúen soportándose unos a otros”. Si de verdad amamos a nuestros hermanos, no seguiremos ofendidos por algo que nos hicieron en el pasado (1 Corintios 13:5).


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