DISCURSO
DEBERÍA
UNA CRISTIANA O UN CRISTIANO BAUTIZADO INICIAR UNA RELACIÓN DE NOVIAZGO CON UN
PUBLICADOR NO BAUTIZADO?
El deseo de compartir la
vida con un cónyuge puede ser muy intenso, y también es natural. Como lo
expresó Jehová mismo: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle
una ayudante, como complemento de él En el matrimonio se habría de formar un vínculo
de unión estrecho y permanente entre un hombre y una mujer. No fue Adán, sino
Jehová, quien dijo: “El hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que
adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne”. Quizás en el
caso de usted su corazón anhele un complemento como ese.
No obstante, la Biblia
advierte contra formar lazos estrechos con incrédulos. Como lo expresó el
apóstol Pablo en 2 Corintios 6:14. Cuando Pablo dijo esto, puede que Pablo
tuviera presente que la Ley de Moisés prohibía enyugar a un toro y un asno para
que araran juntos. El asno es más pequeño y menos fuerte que el toro, así que
sufriría como resultado de tal yugo desigual. Puesto que el matrimonio es como
un yugo que une al esposo y la esposa, el que un cristiano se casara con una
persona incrédula llevaría a un yugo desigual o desequilibrado.
Pero cual sería una
persona incrédula, El contexto muestra claramente que Pablo está hablando de
personas que no son miembros de la congregación cristiana. Y esto es peligroso
porque estas personas no han mostrado ningún interés en servir a Jehová. Por
eso el cristiano dedicado y bautizado obrará con sabiduría y no buscará cónyuge
entre los incrédulos, dado que los valores, metas y creencias de estos son muy
diferentes de los del cristiano verdadero.
¿Pero quizás usted se
pregunte? ¿Qué puede decirse de quienes estudian la Biblia y se relacionan con
la congregación? ¿Y de los publicadores no bautizados? ¿Son todos ellos
incrédulos? La respuesta es No ellos no son incrédulos porque han aceptado la
verdad de las buenas nuevas y están progresando a un ritmo constante hacia el
bautismo.
Quiere decir esto que es
prudente que el cristiano dedicado mantuviera un noviazgo y se casara con
alguien que ha sido aceptado como publicador no bautizado, puesto que, la
exhortación de Pablo en 2 Corintios 6:14 no sería aplicable en ese caso.
Algo que nos ayudara a
tomar una sabia decisión es lo que dice 1 Corintios 7:39, dice… como vemos
Pablo dijo a las viudas cristianas. Que ellas estaban libres para casarse, pero
solo en el Señor” y cuando Pablo habla de personas que están en el Señor se
estaba refiriendo a personas que estaban “en Cristo” o “en el Señor”. Es decir
la persona empieza a seguir a Cristo y a someterse completamente a la voluntad
divina cuando se dedica a Dios. Luego, se bautiza y llega a ser un ministro
ordenado aprobado por Jehová Dios.* Por lo tanto, ‘casarse en el Señor’
significa contraer matrimonio con alguien que haya demostrado ser un verdadero
creyente, un “esclavo [dedicado] de Dios y del Señor Jesucristo”
La persona que estudia la
Biblia con los testigos de Jehová y está progresando espiritualmente es digna
de encomio. Sin embargo, aún no se ha dedicado a Jehová y no se ha comprometido
a llevar una vida de servicio y sacrificio. Además los motivos por los que
desea bautizarse la persona que estudia la Biblia no quedarían claros si sabe
que el cristiano dedicado quiere casarse, pero que no lo hará hasta que se
bautice.
Quizás con esta
explicación piensen que las normas de Jehová son demasiada rígidas pero el
matrimonio es para nuestro provecho. Y cuando las dos personas que piensan
casarse están dedicadas a Jehová, su compromiso mutuo cuenta con un fundamento
sólido y espiritual. Comparten los mismos valores y las mismas metas, lo cual
contribuye muchísimo a una unión feliz. Además, al ‘casarnos en el Señor’,
mostramos lealtad a Jehová, y eso conduce a bendiciones eternas, pues ‘con
alguien leal Dios actuará en lealtad’